La situación en la Cañada Real es dramática. Sin luz durante tres meses, con un temporal que trae nevadas históricas y temperaturas durante la noche de -8ºC en Madrid, la situación de los que viven las más de 4.000 personas que viven en la Cañada Real -2.000 de ellos menores-. El poblado chabolista de la Cañada, es el más grande del país ya que se prolonga casi 15 kilómetros en las inmediaciones de la M-50 y la A-3 al sureste de Madrid y siempre ha estado en el foco de la actualidad. Ahora, Naturgy y el Ayuntamiento intentan llegar a un acuerdo para poder aliviar la situación de sus habitantes.
Hay muchos dramas en esas chabolas, tanto que el Comité de Derechos del Niño de la ONU ha pedido a las autoridades españolas que proporcionen los servicios médicos y sociales que precisa Lina, una niña de 3 años que vive sin electricidad desde hace casi tres meses en el poblado madrileño de Cañada Real y que necesita de fluido eléctrico para su tratamiento médico.
Lina H.C. padece bronquiolitis obliterante, una enfermedad respiratoria grave que ocasiona un estrechamiento completo de las vías respiratorias más pequeñas por lo que necesita oxigenoterapia domiciliaria, además de un aporte nutricional extra nocturno por vía enteral (una máquina conectada mediante un orificio abdominal al estómago le suministra nutrientes durante las horas de descanso).
El Comité de Derechos del Niño, un órgano de expertos independientes que vigila la aplicación de la Convención de los Derechos del Niño por sus Estados, también pide para Lina un alojamiento adecuado sin separarla de su familia.
La Coordinadora de Barrios explica que durante este tiempo de falta de suministro eléctrico en el poblado chabolista -causado por la sobrecarga de la red que provocan las plantaciones de droga- solo los servicios sociales del Ayuntamiento de Madrid han ofrecido a la familia de la niña un recurso habitacional de emergencia temporal y compartido con otras personas.
Sin embargo, la familia "ha tenido que rechazarlo porque compartir el lugar de residencia no es compatible con la enfermedad de Lina, especialmente en medio de la pandemia. El riesgo de contagio es inasumible para ella, y disponen de informes médicos que desaconsejan que se relacione con nadie ni comparta espacios más allá de sus familiares más cercanos", añade la coordinadora.
El Comité de Derechos del Niño hizo su solicitud a las autoridades españolas el pasado 30 de diciembre pero, "pese al tiempo transcurrido, la urgencia de la situación y la drástica bajada de temperaturas en Madrid, no se ha adoptado la medida exigida, por lo que exigimos que se proporcione la alternativa residencial adecuada al mejor interés de la niña".
La Asociación Coordinadora de Barrios explica que la pequeña precisa tratamiento con oxígeno domiciliario 24 horas al día y, además, por la dificultad respiratoria, consume mucha energía solo para respirar. Por eso, para evitar la desnutrición, necesita un aporte nutricional extra nocturno por vía enteral. "Tanto la oxigenoterapia como el tratamiento de soporte nutricional precisan de suministro eléctrico para su correcta administración, por lo que su respiración y su alimentación están en este momento seriamente comprometidas", concluye la asociación.
Mientras tanto, el colectivos vecinales de Cañada Real han rechazado este viernes el ofrecimiento del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, de alojarlos de forma temporal en una fábrica de muebles en desuso ante la emergencia climática de estos días y subrayan que lo único que piden es el restablecimiento de la electricidad. Ayer, el Ayuntamiento de Madrid informó de la puesta en marcha de un plan de choque para cobijar a las familias de la Cañada Real ante la alerta por bajada de temperaturas y las nevadas de estos días.
Las asociaciones vecinales Al Shorok-Amanecer y del Sector 5 y los colectivos culturales Amal y Tabadol, junto a la Comisión de la Luz del Sector 6, explican que nunca han solicitado salir de sus casas sino el restablecimiento del suministro eléctrico, "que es la causa por la que nos vemos abocados a la penuria”.
En su opinión el traslado de los niños supondría un impacto emocional: "Sentir la expulsión de sus camas, baños, sus muñecos, en definitiva, del lugar dónde las personas nos sentimos más protegidas, para trasladarles a un lugar desconocido, no tiene fundamento, pues tenemos hogares”.
Añaden que tampoco están dispuestos a abandonar a sus mascotas, que forman parte de sus familias, y recalcan que "no nos vamos a mover de nuestras casas, solo tienen que restablecer el suministro eléctrico para los sectores 5 y 6 de la Cañada Real". "Creemos -concluyen- que se nos está dando un tratamiento indigno y que deciden sobre nosotros como si fuésemos mercancía, sin contar con nuestros derechos y sobre todo como si no fuésemos dignos de poder decidir", subrayan las asociaciones, al tiempo que critican al alcalde por no haberse reunido con ellos.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se ha reunido esta mañana en Cibeles con el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, para tratar la situación y han acordado colaborar en medidas de "carácter social". La empresa insiste en que no es responsable de los cortes de luz que sufren desde hace tres meses los vecinos de la Cañada Real Galiana, cortes que achacan a sobrecargas superiores al 70 por ciento. En este contexto, la portavoz municipal y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, ha visitado esta mañana en la Cañada Real el dispositivo puesto en marcha en la zona en el marco del Plan de Choque temporal habilitado por el Ayuntamiento ante la bajada de temperaturas y las nevadas, en funcionamiento desde hoy con 600 camas y 100 más si fueran necesarias.
Sanz ha trasladado en declaraciones a los medios que los residentes en la Cañada Real pueden llamar al teléfono 91 360 62 19, o también al 112, si necesitan estos recursos para ser derivados y atendidos. Además, ha informado de que se ha puesto en marcha un convoy informativo para dar a conocer estos dispositivos y se repartirán mantas para las familias que las soliciten. Asimismo, ha precisado que van a cumplir con "todas las garantías y los protocolos Covid" para que se puedan mantener las distancias y ofrecen a las familias que utilicen estos recursos la posibilidad de realizarse un test antígenos para que "puedan estar tranquilos".