"Usar el pedal", "¿El pedal de qué?", "El pedal de la caja". Es la conversación desesperada entre el vigilante de seguridad y los trabajadores de una sucursal bancaria de Sevilla. El guarda pide que abran las puertas del banco para que un ladrón, al que acaba de encerrar en la zona del cajero, salga.
El delincuente había intentado robar la cartera a un anciano cuando éste sacaba dinero. El vigilante lo vio y y activó los sistemas de seguridad para bloquear la puerta y dejar encerrado al atracador antes de que se marchara. Agobiado por no poder huir, el ladrón la emprendió a violentas patadas con la puerta, fruto de la desesperación, para intentar escapar.
Finalmente, logró romper los marcos y cristales de la puerta y escapar. Aunque fue tarde, porque la Policía, tuvo tiempo de llegar y alcanzarlo. El ladrón está detenido.