Juan Manuel Martín Calvente, abogado de Norbert Feher, más conocido como Igor el Ruso, ha dado marcha atrás este lunes y ha cambiado la calificación para su cliente en el caso del ganadero José Luis Iranzo, considerando que sí fue homicidio ante la falta de pruebas que acrediten lo contrario.
En declaraciones a los medios de comunicación minutos antes de acceder a la sesión, Martín Calvente ha explicado que Feher le aseguró haber escuchado a Iranzo cargar un arma y que fue por ese motivo por el que comenzó a dispararle.
Sin embargo, el letrado ha reconocido que el arma no ha aparecido y que él, atendiendo a su independencia profesional, no puede sostener aquello que las pruebas no evidencian que sea así, aunque sea de manera indiciaria.
Martín Calvente sí que mantiene la libre absolución en el caso de los dos guardias civiles, Víctor Romero y Víctor Caballero, al entender que “ha quedado acreditado” que se produjo una refriega y ráfaga cruzada, por lo que “podría encajar” que Feher hubiera actuado en legítima defensa.
Por el contrario, Mariano Tafalla, abogado de la familia de Víctor Romero y de la viuda de Víctor Caballero, ha considerado que todos los delitos, a excepción del de pertenencia a organización criminal, han quedado “absolutamente acreditados y probados”.
Tafalla ha asegurado que “hay elementos más que suficientes” para determinar que la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Alcañiz no ha investigado la pertenencia de Feher a banda organizada, motivo por el que ha cuestionado que un inspector jefe de la Policía Nacional afirmara en el programa de televisión Equipo de Investigación tener constancia de una banda organizada serbio-marroquí que apoya al acusado.
“No me preocupa en absoluto que el delito de organización criminal no se haya querido investigar, pero existen indicios más que suficientes de que este señor ha sido ayudado por una organización criminal y que no ha venido en bicicleta”, ha señalado Tafalla,considerando que “no es ni medio normal” que después de una sesión y una instrucción de 6.000 folios haya funcionarios al servicio del Estado “sembrando una duda”.