Han pasado más de tres años, pero nadie olvida a Laura Luelmo, la joven profesora a la que tener un vecino como Bernardo Montoya quebró todas sus ilusiones. Más de una hora de terror vivió la joven a tenor de lo mostrado por la Fiscalía. El caso Laura Luelmo, la joven zamorana de 26 años agredida sexualmente y asesinada en diciembre de 2018 en El Campillo (Huelva), llega a juicio este lunes casi tres años después y sienta en el banquillo a Bernardo Montoya, que se enfrenta a una condena de prisión permanente revisable.
Será un jurado popular el que decida sobre la culpabilidad o no de Montoya, único acusado. Si bien en un primer momento confesó en sede policial, judicial y ante las cámaras de televisión, ser autor de los hechos, meses más tarde cambió su versión y aseguró que era inocente. Culpó a su expareja sentimental, quien, pese a constar en un principio como investigada, fue excluida finalmente de la causa.
La desaparición de Laura Luelmo se produjo el 12 de diciembre, apenas cuatro días después de que se trasladara a vivir a El Campillo para cubrir una baja de la especialidad de Plástica en el instituto de Educación Secundaria Vázquez Díaz de un pueblo cercano, Nerva. Cinco días más tarde, tras largas batidas por la zona en la que participaron centenares de voluntarios, su cuerpo fue hallado en un lugar conocido como Las Mimbreras.
Al día siguiente fue detenido Bernardo Montoya, un vecino del pueblo que residía en una vivienda frente a la de la joven y que tenía con antecedentes por asesinato. La Fiscalía solicita 32 años de cárcel y prisión permanente revisable por los delitos de detención ilegal, agresión sexual y asesinato.
Relata el fiscal que alrededor de las 17.30 horas del 12 de diciembre el acusado abordó por sorpresa a la joven al volver a su domicilio tras hacer la compra en un supermercado cercano y, con ánimo de privar su libertad de movimiento, la introdujo a la fuerza en su domicilio. Una vez dentro, comenzó a propinarle golpes y puñetazos dejándola malherida y, tras inmovilizarla, la trasladó a uno de los dormitorios y la agredió sexualmente. Después volvió a golpearla hasta la muerte, la introdujo en el maletero de su coche y la abandonó en el lugar donde fue encontrada sin vida el 17 de diciembre.
Tanto la acusación particular, ejercida por la familia de la joven, como la Junta de Andalucía -acusación popular- han solicitado prisión permanente para Montoya, quien lleva en la cárcel de Huelva desde el pasado 2 de noviembre, día en que fue trasladado desde la de Sevilla II, en Morón (Sevilla), a la espera del juicio.
El Ministerio Fiscal argumenta que Montoya, --con un amplio historial delictivo al contar antecedentes penales al haber sido condenado por un delito de allanamiento de morada, un delito de obstrucción a la justicia y un delito de asesinato, entre otros--, entre las 17,25 horas y las 17,30 horas del día 12 de diciembre de 2018 "abordó a la joven, quien regresaba a su domicilio tras hacer la compra en un supermercado cercano".
Montoya, que era vecino de enfrente de la joven zamorana, "sorprendió a la víctima" la introdujo a la fuerza en su domicilio, donde la golpeó y después de dejarla "malherida y muy debilitada", la agredió sexualmente, siempre "imposibilitándole cualquier tipo de defensa".
Después, "para evitar que se conociera tanto la comisión del delito que acababa de cometer como que él era el autor, con ánimo de acabar con la vida de Laura, pero no sin antes someterla a padecimientos innecesarios y un sufrimiento más intenso que el necesario para causarle la muerte, le propinó más golpes", y finalmente, le asestó "un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente", culminando los hechos con el fallecimiento de la chica.
Posteriormente, sobre las 18,42 horas, la introdujo en el maletero de su vehículo para, entre las 19,16 horas y las 19,25 horas, llegar y arrojar el cuerpo en una zona de difícil acceso y entre matorrales conocida como Las Mimbreras, situada en la carretera nacional N-435 en el punto kilométrico 166. El cuerpo sin vida de la joven profesora fue hallado el día 17 de diciembre de 2018, siendo detenido Montoya un día después y pasando a disposición judicial el día 21 de diciembre de 2018, acordándose la prisión provisional comunicada y sin fianza para el mismo.
El juicio contará con sesiones de mañana (a partir de las 10:00 horas) y de tarde. El lunes está prevista la constitución del jurado. Tras dicha constitución, tendrá lugar la declaración del acusado y de dos testigos. Además, se resolverán una serie de cuestiones previas planteadas por las partes. En la sesión de tarde, tendrá lugar la declaración de 12 testigos.
El martes 16 de noviembre declararán 15 testigos en la sesión de mañana y cinco en la sesión de tarde, mientras que el miércoles 17 de noviembre comparecerán por la mañana seis médicos forenses y por la tarde agentes de distintos grupos de la Guardia Civil. La mañana del día 18 tendrá lugar la comparecencia de seis agentes de la Guardia Civil, de cuatro médicos forenses y de un psicólogo.
Una vez concluya la práctica de la prueba, las partes personadas en el procedimiento presentarán sus informes finales, tras lo que el magistrado-presidente del juicio entregará el objeto del veredicto a los miembros del jurado popular, que se retirarán entonces a deliberar antes de hacer público su veredicto.
En este juicio están personados la Fiscalía; la acusación particular que ejerce la familia de la víctima, la acusación popular ejercida por la Junta de Andalucía, y por otro lado, la defensa de Montoya.