Acusado de acabar con su familia en Alicante asestando más de 50 puñaladas: “No sé qué ocurrió"
Le acusan de matar a su familia asestando 36 puñaladas a su hermano, 11 a su padre y 8 a su madre
Este lunes ha arrancado el juicio por el triple crimen, ocurrido en septiembre de 2018
"No sé qué ocurrió, no me acuerdo pero yo no cogí ningún cuchillo”, asegura
El fiscal y la acusación particular le acusan de haber asestado a su propio hermano cerca de 36 puñaladas, –una de ellas en el corazón–, 11 al padre y 8 a la madre, usando un cuchillo de cocina. En total, más de 50 puñaladas a través de las cuales presuntamente se ensañó para acabar con todos los miembros de su familia en el barrio de Juan XXIII en Alicante.
Los hechos, concretamente, se remontan al 19 de septiembre 2018, y hoy, en la primera sesión del juicio por el triple crimen que ha arrancado en la Audiencia Provincial de Alicante, el acusado ha dicho que no se acuerda de nada: "No sé qué ocurrió, no me acuerdo pero yo no cogí ningún cuchillo”, ha dicho, negando la mayor.
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Fiscalía y acusación particular, –que representa a parte de la familia–, no obstante, lo tienen claro: "Había intención de matar y de hacer daño; no son indicios, son hechos probados", manifiestan, pidiendo la prisión permanente revisable y haciendo hincapié en el número de puñaladas que asestó, en la gravedad de las heridas de los familiares y que no había nadie más en la vivienda donde se encontraban, y donde se contextualizan los hechos.
Con el arranque del juicio, la Audiencia Provincial de Alicante tendrá que determinar, no obstante, si el hombre asesinó a puñaladas a su padre de 71 años, a su madre de 68 y a su hermano de 41, algo ante lo cual la defensa ha insistido en la presunción de inocencia, llegando a pedir la libre absolución e, incluso, solicitando previamente la suspensión del juicio al alegar la falta de pruebas médicas a su cliente durante la instrucción; una petición que no ha sido aceptada.
“Yo no cogí ningún cuchillo”
Durante sus declaraciones, el acusado ha dicho no acordarse de nada y ha afirmado: “Yo no cogí ningún cuchillo”. Sin embargo, sí que ha reconocido que hubo una discusión aquella mañana en el domicilio con todos los miembros presentes. Después, ha contado que cuando se despertó encontró a los miembros de su familia muertos: . "Fue mi hermano el que me pinchó, pero no me acuerdo de nada más; estábamos en la casa por la mañana, discutimos y cuando desperté vi lo que había pasado", ha dicho.
En este punto, el fiscal ha sido insistente en sus preguntas sobre el número de puñaladas, la gravedad de las heridas de sus familiares y la situación en la vivienda, donde no se encontraba nadie más; algo que no ha gustado al acusado, quien ha espetado: "A mí no me grite, ya le he dicho lo que pasó, ya no tengo nada más que hablar con usted", ha llegado a decir, tal como recoge Europa Press.
A este respecto, el hombre ha insistido en que no se acordaba de nada aquel día y que la discusión estaba motivada porque su hermano le quería quitar su medicación: "Discutimos porque me había quitado la medicación; él se drogaba y no quería ir al médico; vino como un loco hacia mí porque quería más pastillas", ha respondido, a preguntas del fiscal.
Además, ha declarado que todo ocurrió en el domicilio familiar con sus padres presentes y que fue su hermano el que le apuñaló en el abdomen por no darle pastillas.
Posteriormente, dice, se marchó a dormir y al despertar vio lo que había ocurrido. Tomó pastillas por estar nervioso, volvió a dormir y al día siguiente avisó a los servicios de emergencia.
"No sé qué ocurrió, no me acuerdo pero yo no cogí ningún cuchillo", ha insistido, mientras la defensa ha apuntado que el acusado sigue en tratamiento psiquiátrico y en programas para enfermos mentales.
Más allá, el hombre también ha negado que desmontara una manecilla con un destornillador para así acceder a la habitación en la que se refugiaba el hermano ya malherido y asestarle una puñalada mortal en el corazón, tal y como sostienen las acusaciones. "Las puertas estaban rotas, yo no hice eso", ha asegurado a la pregunta del fiscal sobre la presencia de tornillos en la habitación del encausado.
Drogas, antecedentes y ensañamiento: piden prisión permanente revisable
En sus escritos, las acusaciones solicitan la pena de prisión permanente revisable para el acusado por tres delitos de asesinato, por la cantidad de puñaladas que les habría asestado a las víctimas de manera "violenta" y "sorpresiva".
Señalan que el hombre discutió con el hermano debido a cuestiones relacionadas con drogas y que no era el primer episodio de amenazas, discusiones y agresiones que sufría la familia por parte del encausado por esta causa, puesto que eran "muy frecuentes".
Del mismo modo, el fiscal ha subrayado que el acusado tiene antecedentes penales y era "habitual" que el hermano saliera en defensa de la madre porque esta no quería darle dinero para el consumo de drogas.
Además, Fiscalía y acusación particular han recalcado que se ensañó con los tres con un cuchillo de cocina, asestando múltiples puñaladas, que en su mayoría fueron "mortales". Por eso, inciden en que había intención de matar, de hacerles daño, y lo consideran “hechos probados”.
De este modo, han expuesto que ha quedado probado que el padre había salido a pescar y que la madre se encontraba trabajando en el momento de la agresión mortal del hermano. Por eso, una vez regresaron a la vivienda, el acusado acabó primero con la vida del padre y, después, con la madre, cuando llegó al domicilio y observó lo ocurrido.
“No hay otro sospechoso, no hay terceras personas”
Más allá, por último, se han referido al hecho de que el acusado usara el móvil de la madre para avisar al trabajo de que estaba enferma y que no podría acudir a la oficina. "No hay otro sospechoso, no hay terceras personas sino pruebas de que este hombre ha matado a su familia", ha subrayado la acusación particular.
La defensa alega falta de pruebas médicas durante la fase de instrucción
Por su parte, la defensa, además de pedir la libre absolución y aferrarse a la presunción de inocencia, ha señalado que el hermano del acusado sufría esquizofrenia y que también contaba con antecedentes por lanzar una pesa de dos kilos a la cara del encausado. Del mismo modo, ha insistido en la falta de pruebas médicas durante la fase de instrucción.