Las claves de las ‘mujeres de ley’ para acabar con la polémica del machismo en la justicia
Zoe Armenteros, Elena Manzanares
29/11/201806:52 h.La agresión sexual o la violación requiere violencia o intimidación; el abuso sexual tal como hoy está definido, es la realización de actos de carácter sexual sin violencia ni intimidación y sin consentimiento. Es lo que deja claro la ley. Y sí, es polémico y ha llevado a las calles a miles de mujeres y hombres que quieren que la violencia de género sea por fin una lacra social que se pague cara. A raíz de la sentencia a ‘La Manada’ hubo un antes y un después.
Sendas polémicas sentencias del Tribunal de Navarra sobre un caso de violencia de género y otro de violación, han revitalizado un debate en la calle por la resolución de las mismas y por la interpretación de los propios jueces sobre lo sucedido. Para más inri, este tribunal fue el mismo que juzgó a los miembros de ‘La Manada’ y los condenó por abusos sexual ya que la víctima no opuso "resistencia".
En otra sentencia, el pasado 22 de octubre condenó a 10 meses de cárcel a un hombre que acuchilló y trató de asfixiar a su pareja delante de sus dos hijos menores de edad. Los magistrados concluyeron en la sentencia que se trataba de un maltrato ocasional y absolvieron por ello al acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa. Pocas fechas después, otra sentencia condenaba a un hombre por abuso sexual a una mujer, que se negó a mantener relaciones con él, pero el tribunal alegó que no hubo fuerza ni violencia por parte del agresor.
Las críticas se han sucedido, pero ¿qué opinan las juezas y juristas que conviven día a día con la violencia de género y delitos contra la liberta sexual y que deben basarse en la ley para hacerlo? ¿Qué medidas creen necesarias las expertas que conviven con casos y ven a las víctimas cara a cara? Algunas de ellas desvelan sus opiniones a Informativos Telecinco, ahora que el foco está como nunca en un poder judicial, acusado de machista por algunos sectores sociales como machista.
"Hay que modificar la ley"
Carla Vallejo Torres, Magistrada Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), miembro de la Asociación Juezas y Jueces para la Democracia, además de socia fundadora de la Asociación de Mujeres Juezas de España, destaca que "la ley es suficiente para proteger adecuadamente a la víctima, pero hay que formarse en la perspectiva de género, da igual que se sea hombre o mujer. La diferencia que hay entre abuso y violación, la ley lo establece por los medios que se emplean, pero también se deja abierto a la interpretación".
En su opinión, "la sociedad avanza más rápido y desde la justicia debemos coger el paso, modificar la ley. Es importante modificar la ley para acabar con esta diferencia entre abuso y agresión, porque la violación es violación”. Carla Vallejo reconoce que existe una "brecha entre la sociedad y el sistema de justicia" y aboga por "mejorar las normas. Tenemos que hacer una reflexión sobre estereotipos machistas, al igual que en la libertad de expresión". No cree no obstante que ahora haya más delitos contra la libertad sexual sino que "se denuncian más". Inés María Hernández, fiscal de la Unión Progresista de Fiscales tampoco cree que en el ámbito jurídico haya más machismo que en el resto de la sociedad. "La justicia es un reflejo social y, por tanto, presenta exactamente los mismos problemas de machismo que se dan en otras instituciones y en otros poderes del estado.
"La víctima no tiene que explicar el porqué de sus emociones"
Isabel Marzábal, doctora en Derecho Penal y Criminología, no ve tan claro que "una reforma legislativa sea la vía para erradicar la violencia machista y los delitos contra la libertad sexual". Cree que es necesaria una "aplicación de las leyes desde la perspectiva de género". La Asociación de Jueces Francisco de Vitoria, entre otras, han pedido más claridad en las normas para reducir interpretaciones, pero Marzábal es de la opinión que "los artículos del Código Penal que actualmente regulan estos delitos son bastante precisos y el margen de maniobra para su interpretación no debería ser tan amplio".
Su visión de la Justicia en estos casos es más que crítica, porque a "las víctimas de violación se les impone la carga judicial de demostrar no solo los hechos sino el porqué de sus emociones y sentimientos, el alcance y extensión de la agresión sufrida a nivel físico y psicológico".
Inés Herreros Hernández, no rechaza que haya machismo en la Justicia, como en toda la sociedad, pero cree que también existe en el legislativo. Ella tiene clara la diferencia entre abuso y agresión y reconoce que desde el punto de vista jurídico para que un acto contra la libertad sexual pueda ser castigado como agresión sexual, se requiere un “plus” (al que el código penal llama violencia) y que debe consistir en una suerte de acometimiento físico. Por eso es partidaria de realizar correcciones terminológicas, ya que “las palabras son importantísimas porque generan pensamientos y conforman realidades".
Considera necesario determinar que la ausencia de consentimiento expreso-mediante palabras o actos concluyentes- sea la base para determinar el delito contra la libertad sexual.
"Ha faltado sensibilidad y queda mucho en educación"
María del Mar Daza, doctora en Derecho y victimóloga cree que en algunos de los casos más polémicos de los últimos tiempos la justicia no ha tenido la sensibilidad para valorar el miedo y la intimidación. "Cuando la víctima llora, dice que no, les pide que paren, no deja de llorar y es incapaz de hacer otra cosa porque tiene miedo ¿no está intimidada? Cuando al primer "abusador", además, se suma un segundo ¿sigue sin haber intimidación?".
Como jurista considera que "es precisa, por una parte, una modificación de la ley penal que aclare los conceptos conforme a los valores y derechos que declaramos como fundamentales para nuestro sistema y la realidad social de la España de hoy. No se trata de incrementar penas, no (salvo para el delito de acoso sexual, art. 184 CP, que tiene una sanción muy inferior a la de las coacciones comunes, arts. 172 y ss.), sino de dar coherencia al sistema”.
"Educación, formación en los planes de estudio en la carrera judicial" son dos armas que considera claves para superar la actual situación. Además de alertar de que es responsabilidad de los programas de televisión, series, películas, videojuegos... "dejar que normalizan la cosificación de las mujeres y la violencia". Habrá que tomar nota. Todos.