Verónica, 32 años, madre de dos niños soportó burlas, comentarios, acoso de muchos compañeros de la empresa donde trabajaba, Iveco. Es lo que Informativos Telecinco ha podido saber. Porque por muchos de los móviles de esos mismos compañeros circulaban varios vídeos de contenido sexual, en los que ella aparecía, difundidos sin su consentimiento y con el propósito de lograr una reacción en su entorno. Un presunto delito con responsabilidad penal.
Verónica acabó con su vida dos días después de que contara a Recursos Humanos lo que estaba pasando y de señalar el presunto autor de iniciar la cadena de difusión. Un día antes de que esas imágenes de ”porno vengativo”, como se denomina a la difusión de imágenes sexuales para causar daño, llegaran a su marido.
Según la investigación policial la mujer, de 32 años, madre de un niño de 9 meses y otro de 4 años, la muerte de la mujer se dio por suicidio. Pero el atestado de la investigación sobre los hechos que lo precedieron ha supuesto que un juez de Alcalá de Henares (Madrid), localidad donde se produjo el fallecimiento, haya abierto diligencias por un posible delito de descubrimiento y revelación de secretos al difundir los vídeos de contenido íntimo. Un delito contra la intimidad y la propia imagen, la de Verónica frente a sus compañeros, amigos y familiares.
La policía busca en la empresa información sobre quienes difundieron esos vídeos. Centra sus investigaciones en un grupo de whatsapp de 20 trabajadores y ex trabajadores, como posible foco de la difusión de los vídeos de contenido sexual en los que aparecía Verónica. Informativos Telecinco ha podido saber que, antes de acabar con su vida, la mujer de 32 años, se sentía objeto de burlas , comentarios y acoso de compañeros que incluso, la buscaban por la empresa para identificarla. Los vídeos íntimos circulaban entre los trabajadores.
Verónica había alertado a la empresa de su situación, incluso señaló a una persona como presunto autor de poner el primer vídeo en las redes sociales, de divulgarlo. Ella había sido pareja de un compañero que ya no estaba en la empresa y que, según algunos trabajadores, podrían haberla acosado con intención de retomar la relación. Quien iniciara la cadena de difusión del vídeo íntimo y todos los que lo compartieron pueden tener responsabilidad penal.
Además del delito de descubrimiento y revelación de secretos que investiga el juzgado, para el que el Código Penal establece penas de 1 a 4 años de prisión, y en el tipo agravado, hasta 5 años. El caso se puede investigar también como delito contra la integridad moral, con penas de hasta 2 años de prisión. O incluso como sextorsión, chantaje, acoso, delito castigado con hasta 5 años de cárcel.
La empresa Iveco también va a investigar lo ocurrido para depurar responsabilidades internas. Y el sindicato CC.OO. ultima la denuncia a la compañía de automoción por no activar el protocolo de acoso sexual previsto por ley. Por no proteger a Verónica de su infierno en el trabajo.