El éxito de la serie 'El juego del calamar' recorre cualquier parte del mundo. Desde Rusia, pasando por China y hasta el Golfo Pérsico, en Emiratos Árabes Unidos. Es un fenómeno de masas para un público adulto que, lejos de quedarse ahí, ha llegado a los parques infantiles, como se ha podido grabar recientemente en Singapur, o como ocurre en los patios de múltiples colegios en Europa.
Juegos infantiles más que conocidos, como el "escondite o pollito inglés", son adaptados por los niños de hoy como en la ficción de esta serie surcoreana, es decir, con disparos simulados y en algunos casos, incluso, con violencia física, a bofetadas, tal y como se denunciaba en un centro de Bélgica hace unos días.
Sin llegar a este extremo de momento, en España varias escuelas de Infantil y Primaria en Bilbao, Barcelona y Madrid Emilio de la Fuente, del Colegio de La Mennais en Bilbao Berrio-Otxoa, denuncia que los niños "hablaban con relación a este juego cuestionándose varias cosas".
Los profesores han descubierto que niños de 5 a 12 años han visto este contenido inadecuado para su edad a solas, en dispositivos móviles, cuando no en familia, con sus padres. En este sentido, el psicólogo Juan Carlos Albaladejo advierte: "Los padres han de tener conciencia del impacto que esto puedeproducir a los niños y tener la misma sensatez que están teniendo con tabaco y con alcohol, por ejemplo, con contenidos que ven por televisión, por móviles o por tabletas".
Por eso, profesores y psicólogos ponen el foco en los padres, para que controlen el acceso de sus hijos a este tipo de contenido audiovisual. Con unas pautas básicas para no dar pasos atrás en su crecimiento y maduración intelectual y evitar la normalización de contenidos violentos a edades tempranas ya que, según señala la profesora Tatuana Pruna, "tanta exposición a la violencia, se desensibilizan hacia la violencia" y, puntualiza la psicóloga Mariola Moreno Quesada: "Ellos van a ver normal, van a normalizar lo que ven en los adultos, no lo que nos adultos dicen, sino lo que hacen".