Juana Rivas, que ha salido este martes del Centro de Inserción Social (CIS) Matilde Cantos de Granada para cumplir condena en su casa con control telemático, ha asegurado que su "gran satisfacción" es que su lucha vaya a "servir para muchas madres y para sus hijos". A través de un audio, al que ha tenido acceso Efe y que esta vecina de Maracena (Granada) ha remitido a algunos de los colectivos que la han apoyado, ha expresado su agradecimiento y el de sus hijos: "Estoy en mi casa. Sin vosotras no lo habría conseguido", ha señalado. De hecho, la ministra de Igualdad apoyó su causa, no sin por ello recibir críticas, no en vano, Juana Rivas fue condenada por 'secuestrar' a sus hijos para impedir que volvieran con sus padres.
Aunque Rivas ha reconocido que ha vivido días "muy duros, de mucha impotencia y frustración", ha asegurado que ha tenido ánimo porque sabía que quienes la han apoyado no iban a "dejarla sola. Por hacerme llegar que vais a seguir luchando hasta que consiga a mis niños, mi gran satisfacción es que esta lucha va a servir para muchas madres y para sus hijos", ha indicado Rivas.
Una vez logrado el tercer grado penitenciario, permanecerá en su domicilio de Maracena, del que podrá salir para sus tareas habituales, y estará supervisada mediante un brazalete de control telemático. El encarcelamiento el pasado viernes de Rivas en un centro de inserción social de Granada puso fin a un largo periplo judicial desde que, en verano de 2017, se negara a entregar a sus hijos a su expareja.
Rivas, que también espera que el Gobierno la indulte, estuvo un mes en paradero desconocido con sus hijos con el argumento de protegerlos frente a su expareja y padre de los menores, el italiano Francesco Arcuri, al que la justicia ha dado la razón y le devolvió a sus hijo.
Enrique Zambrano, letrado de la expareja de Juana Rivas, Francesco Arcuri, cree que la hipotética concesión del indulto que ha formalizado esta vecina de Maracena (Granada) para evitar su ingreso en la cárcel pondría "en serias dudas" la justicia de un país europeo, democrático y de derecho como Italia, aunque sí propusieron que cumpliera condena en un centro de inserción social.