La muerte por atropello de un repartidor de la empresa Glovo en Barcelona, ha sacado a la luz no sólo las condiciones laborales de estos trabajadores, también la existencia de sustituciones clandestinas...
Puyan, el joven nepalí que falleció atropellado mientras hacía un reparto en bicicleta, estaba trabajando ilegalmente para Glovo. Este chico estaba utilizando un registro de usuario que no le correspondía, es minoritario en la plataforma.
Entre los propios ‘riders’ es difícil encontrar quien reconozca la existencia de estas sustituciones irregulares. Pero lo cierto es que a algunos no les queda más remedio. Muchos están en situación irregular en España y no tienen otra forma de ganarse la vida.
No alcanza a pagar la cuota de autónomos y la pagan entre dos, ytrabajan dos en una misma cuenta.
Además, denuncian que la mayoría trabajan como falsos autónomos y se ven obligados a pagarse sus propios seguros.
Puyan no lo tenía, pero Glovo ha decidido indemnizar a la familia con 20 mil euros y ayudar en las labores de repatriación a Nepal.