Una adolescente iraní de 16 años, Fatemeh Ghozat, murió después de que su tío Mojtaba Namdar supuestamente la golpease y la arrojase de un undécimo piso de un apartamento en el barrio Shahrah-e Aseman de Parand, en el sureste de Teherán.
Ghozat había denunciado el abuso al que le sometió su tío. Este terrible crimen tuvo lugar el pasado 22 de mayo. La madre de la víctima, Bariha Rahmani, ha decidido hablar después de que el presunto asesino de Ghozat fuese liberado bajo fianza tan sólo dos semanas después del suceso, informó la televisión internacional de Irán.
Rahmani aseguró que "tiró a mi niña por la ventana frente a mis ojos y luego colocó su cuerpo en mis manos. Ahora ha sido liberado bajo fianza y sale libre. Él amenaza a mi hijo y le dice que ahora te toca a ti. Tengo miedo por mis hijos y por mí".
"Dime, en qué otro país del mundo, cuando se produjo un asesinato y todas las pruebas apuntan al hecho de que fue un asesinato, ¿el acusado sería puesto en libertad bajo fianza dos semanas después?", añade, indignada, Rahmani.
Los familiares insisten en que Mojtaba Namdar confesó haber matado a Fatemeh delante de todos sus vecinos antes de que los servicios de emergencia llegaran a la escena del crimen. Sin embargo, después de que la niña fue declarada muerta, Namdar supuestamente se retractó de la confesión y afirmó que no había testigos.
Nargess Tavassolian, analista legal y periodista de Iran International TV, explicó: "Este caso es muy extraño, no se sabe por qué el tío fue liberado después de solo dos semanas. La cuestión más importante es la independencia del poder judicial para que un criminal no pueda librarse de sus conexiones y ser liberado fácilmente bajo fianza. Solo hay dos casos en que la ley permite al asesino escapar del castigo o recibir un castigo más indulgente, pero ninguna de estas leyes se aplica aquí".