José Lagares ha relatado a kcentv.com que tras intentarlo todo para corregir el comportamiento de su hijo que ya había sido apercibido en varias ocasiones por diferentes casos de 'bulling', se decidió por esta acción en plena calle para que experimentase en sus propias carnes lo que se siente al ser humillado en público.
Por esa razón, Lagares explica que, "el bullying es una forma de humillación pública y quizás así entienda que cuando él humilla a alguien públicamente no se siente bien". Esta es la razón que le llevó a situarse junto a su hijo en la intersección de la calle Fort Hood y la avenida Memorial de los Veteranos para que los conductores que circulaban por ella hicieran sonar sus bocinas al verlo.
En el cartel que portaba su hijo, Lagares escribió con grandes letras, ""Soy un acosador, toca el claxon si odias a los acosadores". Él está convencido de que la medida servirá para que la póxima vez no intente molestar a otro compañero, para que "se lo piense dos veces".
Lagares ha recibido críticas por esta acción pero cree que es lo mejor que ha podido hacer tras ver fracasar castigos y sanciones anteriores.
No estoy arrepentido
Un día más tarde, José Lagares, volvió al mismo lugar en donde estuvo apostado con su hijo y en esta ocasión fue él quien se colocó con un cartel en el que se podía leer: "No estoy arrepentido. Toca el claxon para detener el acoso escolar".
Con esta nueva acción dio una lección a los que le criticaron y se puso al frente en la lucha contra esta lacra escolar. Está decidido a evitar casos como los tristemente célebres Columbine o Solomon Harris y como él mismo comenta, "me niego a que mi hijo sea parte de eso".