El presunto asesino de Marta Calvo podría hoy acudir a Manuel para la reconstrucción de los hechos. No se creen los investigadores las primera declaraciones de Jorge. Investigan también quién pudo ayudarle a permanecer huido de la justicia. Hay dos posibilidades, que fueran sus contactos en el mundo de la droga y las segunda su propia familia, no en vano, fue su madre la que le convenció para entregarse a la justicia. Jorge, que se negó a declarar ante la jueza de guardia, está en prisión. Jorge ha declarado que el día de la muerte de Marta no era la primera vez que quedaba con ella. Y sigue manteniendo que la joven murió por causas naturales después de una noche de sexo y drogas.
La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Alzira (Valencia), en funciones de guardia, ordenó prisión provisional, comunicada y sin fianza, para Jorge Ignacio P.J., detenido por la desaparición de Marta Calvo, la joven de 25 años sobre la que admitió que descuartizó el cuerpo y arrojó a varios contenedores de basura.
El arrestado pidió ante la juez perdón por su forma de actuar y después se acogió a su derecho a no declarar. Tal y como ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), la causa está abierta por un delito de homicidio, sin perjuicio de ulterior calificación. La magistrada de guardia se inhibirá de las diligencias en favor del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 6 de Alzira.
Jorge Ignacio P.J. se entregó el pasado miércoles de madrugada en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent, localidad cercana a Manuel (Valencia), donde tenía una casa alquilada en la que había quedado a través de internet con la joven, que mandó a su madre su ubicación por WhatsApp. Desde dos días después, el 9 de noviembre, la chica figura como desaparecida. Las tareas de búsqueda, con participación de hasta 150 efectivos de distintos servicios de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencias, se extendieron también a l'Olleria, donde el sospechoso vivió en otra casa de alquiler y se han reanudado hoy.
En una primera declaración, el principal sospechoso de lo que se investiga como una muerte violenta confesó ante los agentes que había "desmembrado" el cuerpo de la joven y lo había arrojado a varios contenedores. Tras ello, el joven, quien en ningún momento ha asumido la autoría de la muerte de la víctima, declaró que fue algo accidental en un episodio de sexo y cocaína.
El nombre de Jorge Ignacio P.J. aparece relacionado con un suceso anterior en el que falleció una mujer que ejercía la prostitución en una casa de citas de València. Los hechos sucedieron el 25 de marzo, cuando se recibió un aviso en la Policía porque una mujer estaba sufriendo convulsiones y el cliente que había estado con ella había abandonado precipitadamente la vivienda.
Hasta el lugar se desplazaron Policía Nacional, Policía Local y efectivos sanitarios que trasladaron a la mujer al hospital donde quedó ingresada en coma inducido hasta que falleció el 3 de abril.
Las compañeras de la fallecida habían facilitado las características físicas del hombre que estuvo con la víctima y que había sido su único cliente. La Policía acabó teniendo conocimiento de que este hombre podía ser Jorge Ignacio P.J., sin embargo en el momento de conocer su identidad, se disponía ya del informe de la autopsia que revelaba que la fallecida murió como consecuencia de un ataque epiléptico con consumo de sustancias estupefacientes, por lo que el hombre no llegó a ser ni interrogado ni investigado, según fuentes policiales.