La Dirección General de Salud Pública investiga si los tres fallecimientos de una misma familia, un hijo y sus padres, en Melilla por el coronavirus son consecuencia de un brote que pudiera tener su origen en un bautizo que se celebró en el mes de diciembre.
De los cuatro muertos registrados en el mes de enero, que supone el doble de decesos que se registraron en la ciudad española del norte entre marzo y julio con la primera ola de la crisis del coronavirus, tres de ellos formaban parte de un núcleo familiar, según han informado a Europa Press fuentes oficiales.
Los primeros en fallecer fueron los padres, ambos octogenarios, y el último, un hijo, de unos 55 años, según han apuntado las citadas fuentes. Un cuarto miembro de esta misma familia también tuvo Covid pero en su caso, a diferencia de su madre, su padre y su hermano, sí ha conseguido recuperarse.
Salud Pública sospecha que la situación vivida por esta familia tiene su origen en un brote de coronavirus registrado durante una celebración religiosa, concretamente un bautizo, que reunió a un numeroso grupo de personas durante la celebración del mismo.
Los tres ya forman parte de la lista de 49 melillenses que han perdido la vida con coronavirus desde que se inició la pandemia en marzo, en una jornada de domingo en la que la Ciudad Autónoma ha notificado que los casos activos ya superan los 600 para una población de 85 000 habitantes. Asimismo, de los 12 pacientes hospitalizados, cuatro están en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Comarcal.