El celo con el que se aplican los agentes del orden para velar por el cumplimiento de las normativas de seguridad choca en ocasiones con la actitud irresponsable e insolidaria de los que piensan que la pandemia no va con ellos. Se ha podido comprobar la pasada noche, tanto en Cataluña como el País Vasco.
Batalla campal en el casco antiguo de Donostia. La Ertzaintza intenta disolver un botellón de un numeroso grupo de jóvenes que se saltan las normas sanitarias. Los atacantes lanzan todo tipo de proyectiles a los policías. El altercado finaliza con cuatro detenidos. Pero no es el único incidente en Euskadi durante la pasada noche.
En Mungia, Bilbao, medio centenar de jóvenes se enfrentan a la policía local. Se muestran molestos porque las autoridades les quieren desalojar de la zona después de que cerraran los bares a las ocho de la tarde. Queman dos contenedores y la Policía tiene que retroceder tras detener a uno de los alborotadores.
La Policía también se ha visto sorprendida en la localidad barcelonesa de Palleja tras identificar a un grupo de menores que estaban quemando contenedores. Los violentos, dos de ellos detenidos, han agredido a los Mossos y han roto los retrovisores del vehículo.
Asistentes de una fiesta en un domicilio de Matadepera (Barcelona), han agredido y herido este sábado por la noche a dos policías locales que la estaban interviniendo por ir en contra de las restricciones por el coronavirus.
Los policías, que se presentaron en el domicilio alertados por algunos vecinos, tuvieron que ser trasladados al hospital y ya están dados de alta, informa el Ayuntamiento de Matadepera este domingo en un comunicado.
Ante los hechos, pidieron refuerzos a los Mossos d'Esquadra y la Policía Local detuvo a dos personas --que ya han pasado a disposición judicial-- como presuntas autoras de un delito de atentado contra agentes de la autoridad, y sancionó a los asistentes por saltarse el toque de queda.