La policía está investigando si un niño de 13 años que murió apuñalado a poco más de 200 metros de su casa pudo haber sido asesinado con una espada samurái, según 'The Telegraph'. De momento, cuatro niños y una niña, todos de 13 y 14 años, han sido arrestados bajo sospecha de conspiración para cometer asesinato y permanecen bajo custodia.
Según los informes policiales, Oliver Stephens fue apuñalado en la nuca en un campo en un frondoso suburbio de Reading, Berkshire (Reino Unido) el pasado domingo. La policía también está investigando si el adolescente fue atraído al idílico lugar y está examinando los mensajes enviados por los adolescentes en Snapchat horas antes de su muerte.
La angustiada familia de Oliver le ha rendido homenaje mientras asumen que deberán enfrentarse "la peor pesadilla de todos los padres". “Oliver era un enigma, teniendo autismo y probablemente Síndrome de evitación patológica de la demanda (PDA), se convirtió en un desafío del que nunca rehuimos", aseveraron los familiares.
"Se salía con la suya con una sonrisa irónica y una sonrisa descarada. Siempre se mantuvo firme y luchó por los desamparados mientras tenía una increíble profundidad de amor, calidez e ingenio", rememoraron. "En sus momentos finales debió haber estado aterrorizado. Luchando por llegar a casa, tenía todo por lo que vivir. Ahora solo tenemos recuerdos", añadieron.
También agradecieron a un médico fuera de servicio que luchó en vano para salvar su vida después de ser apuñalado. La hermana de Oliver, Emilia, rindió homenaje a su hermano menor, diciendo: "Lamento mucho haberte fallado, desearía haberte salvado de todo. Haremos justicia para ti, mi ángel".
El colegio Highdown en el que estudiaba confirmó que los alumnos habían quedado "aturdidos" por la desgarradora noticia. La directora, Rachel Cave, dijo que "este alumno era parte de nuestra comunidad y muchos estudiantes y personal lo conocían bien. Que una vida termine a una edad tan temprana es una tragedia total. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia".
Vecinos horrorizados revelaron su conmoción por el asesinato del adolescente en el frondoso suburbio de Berkshire. Uno de ellos dijo: "Esta es una zona muy bonita, he vivido aquí casi 30 años y nunca antes había pasado nada como esto".
La policía de Thames Valley, que dirige la investigación, no pudo confirmar o negar los detalles sobre la muerte de Oliver ya que las pesquisas siguen su curso. Kevin Brown, jefe de la Unidad de Delitos Mayores de la Policía de Thames Valley, dijo: “Nuestros pensamientos permanecen con la familia de Olly en este momento increíblemente difícil".