El sónar y el robot submarino buscan pistas sobre la desaparición de Tomás Gimeno y sus hijas Anna y Olivia.
Dan por prácticamente descartado que Tomás Gimeno y sus hijas Anna y Olivia vivan escondidos en tierra firme
La Interpol mantiene la hipótesis de la huida por vía marítima del padre y sus hijas
El sónar ya trabaja en la búsqueda de las niñas desaparecidas en Tenerife
Tras más de un mes de intensa búsqueda de Tomás Gimeno y sus hijas Anna y Olivia, la Interpol continúa en alerta ante la opción de la huida, vía marítima, del padre y sus hijas desaparecidas en Tenerife. Los investigadores dan prácticamente por descartado que Tomás y las menores estén todavía en Canarias, viviendo escondidos en tierra firme.
Ahora, el objetivo prioritario es desechar el peor de los escenarios. Por ello, en Tenerife, ya han comenzado a trabajar el sónar y el robot submarinorobot submarino. Están en la zona donde se localizó la barca de Tomás Gimeno y pueden llegar a rastrear hasta 2.000 metros de fondo.
El primer punto elegido para empezar a sondear el fondo marino ha sido el más cercano al muelle en el que Tomás Gimeno atracaba su lancha, donde fue visto por última vez el pasado 27 de abril, embarcación que se encontró a la deriva a unos kilómetros al sur, frente a Guímar.
Otra de las zonas marcadas por la Guardia Civil para inspeccionar son áreas no especialmente alejadas de la costa, pero muy profundas, de hasta 1.500 metros. Ahí es donde resulta imprescindible el buque Ángeles Alvariño, del Instituto Español de Oceanografía, que tiene capacidad para detectar y dar imagen digital de cualquier alteración en el suelo marino.
El robot con el que está equipado, el ROV Liropus 2000, puede operar hasta esos 2000 metros bajo el nivel del mar. Equipado con siete cámaras, puede recorrer el fondo marino, enviar imágenes en directo e incluso recoger muestras.
El buque oceanográfico Ángeles Alvariño rastrea las profundidades de Tenerife
El exdirector general de Marina Mercante, Pedro Anatael Meneses explica que esto permitirá “no solamente captar mejor las imágenes que ya ha visualizado mediante el sistema que tiene el buque, sino que, además, podría extraer, inclusive, lo que ha detectado".
Eso sí, siempre que el peso del lastre les haya llevado al fondo. "Porque si no, flotaría. Y todo lo que flota, se lo llevan las corrientes marinas. Y vete Dios a saber a dónde pueden ir", indica Meneses.
La madre de las niñas desaparecidas en Tenerife no pierde la fe
Beatriz Zimmerman, la madre de Anna y Olivia, no pierde la esperanza de poder encontrar a sus hijas cuanto antes.
En redes sociales la mujer ha agradecido las muestras de apoyo y cariño que está recibiendo cuando se cumple más de un mes sin noticias de las pequeñas.
"Hace un mes que no veo a mis niñas, un mes que no ha sido nada fácil pero en el que gracias al cariño y apoyo de todos, no he perdido la esperanza y la fe en que las vamos a encontrar. Les sigo pidiendo ayuda. Que sigan compartiendo, que me sigan ayudando a que este mensaje llegue a todas partes del mundo”, aseguraba Beatriz en un mensaje publicado recientemente en Instagram.