Interpol ha emitido una captura internacional con alerta roja para detener a Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, acusado de matar a su hijo de dos años en un hotel de Barcelona.
El hombre, economista, nacido en Argentina y nacionalizado español, de 44 años, mide 1,78 centímetros de altura, lleva el pelo rapado, la barba recortada, tiene complexión atlética y los ojos marrones, según la descripción facilitada por los Mossos.
Mientras la policía autonómica custodia el domicilio de la esposa del presunto asesino, hasta ahora el supuesto parricida no se ha puesto en contacto con ninguno de los familiares que tiene en España, como su padre, que lleva años viviendo en El Vendrell (Tarragona) y que, como el resto de la familia, desde el primer momento se puso al servicio de los investigadores.
Los padres del niño asesinado llevaban sólo ocho días separados, y él habría aparentado aceptar con normalidad la ruptura de la pareja, hasta que el pasado martes, cuando acudió a pasear con el niño y se lo llevó a un hotel, empezó a enviar mensajes amenazadores a su esposa antes de presuntamente ahogar al niño con una almohada con la intención de causar el mayor dañó posible a la madre.
Martín Ezequiel podría haber huido del hotel en taxi y habría llegado hasta el aeropuerto, aunque los investigadores, que están revisando las cámaras de seguridad del recinto aeroportuario, creen que no ha podido abandonar el país con su pasaporte.
Los especialistas de la policía autonómica en la búsqueda de reclusos huidos o que no regresan de permisos se han unido al grupo de homicidios que investiga el caso para tratar de localizar posibles paraderos del fugitivo.
De momento, están revisando todas las cámaras de seguridad de los lugares por donde habría pasado para tratar de recomponer su trayectoria fugitiva, mientras analizan llamadas de algunos ciudadanos que creen haberle visto en diferentes lugares de Cataluña, de momento sin resultado positivo.