El dueño de la finca en la que murió el pequeño Julen tras caer en un pozo ilegal se ha declarado insolvente. David Serrano se enfrenta a una indemnización por responsabilidad civil en la muerte del niño que ronda el millón y medio de euros. Sólo por el rescate del cuerpo del pequeño que quedó atrapado a más de 70 metros de profundidad le exigen más de 800.000 euros. Y no sólo eso, hace semanas el juez decidió que un jurado popular le juzgue por homicidio imprudente.