Un juzgado de Madrid ha sentenciado a una aseguradora a indemnizar con 60.000 euros a una paciente a la que, por dos veces, no le extirparon un tumor cerebral aunque a ella le dijeron que sí. En el informe constaba que “el lecho quirúrgico queda completamente limpio”. La sentencia afirma que “se mintió tanto en informe quirúrgico, como anatomopatológico, como en estudios de resonancias magnéticas posteriores”. La joven tuvo que someterse a una tercera operación, ya si satisfactoria.
La paciente tenía solo 17 años cuando le diagnosticaron un tumor cerebral. Fue intervenida en enero de 2011 en Sevilla mediante craneotomía. Al alta le confirmaron la extirpación del tumor. Sin embargo, en septiembre, de forma casual, se descubrió que el cavernoma seguía ahí, con igual tamaño y localización.
La familia acudió a su seguro médico y la joven volvió a ser intervenida, en enero de 2012, en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Esta vez se sometió a una cirugía a cráneo abierto. En la hoja quirúrgica, el cirujano hizo constar que “el lecho quirúrgico queda completamente limpio”, y al alta, de nuevo, se informó de “extirpación aparentemente completa de la lesión”.
Hasta ese momento y tras dos arriesgadas cirugías, dos neurocirujanos, tres anatomopatólogos y dos radiólogos, daban por hecho en sus informes, cada uno de ellos dentro de los ámbitos de su especialidad clínica, que el tumor ya no estaba en el cerebro de la paciente, según informa El Defensor del Paciente.
Sin embargo, a la madre de la menor le parecía seguir viendo en las pruebas de imagen el tumor. Pidió una tercera opinión médica que le confirmó que el cáncer seguía “sin modificación” desde 2010.
La familia presentó dos demandas penales. Una en Sevilla por la primera intervención, que sigue abierta. Y la segunda en Madrid, que se archivó tras la muerte del cirujano. No obstante, siguiendo los consejos de su abogado, Ignacio Martínez, se interpuso una demanda civil contra la aseguradora por la negligente actuación de sus médicos.
El juzgado de primera instancia 36 de Madrid ha sentenciado a la aseguradora a pagarle a la paciente 60.000 euros. La sentencia señala “la rotundidad del testimonio del neurocirujano que efectuó la tercera intervención (…) y sobre todo por el análisis de las imágenes de todas las resonancias magnéticas anteriores, se puede concluir que el tamaño del cavernoma era exactamente igual desde su diagnóstico en 2010, tampoco en la segunda intervención se extirpó el cavernoma, con la consiguiente mala praxis manifiesta, volviéndose a faltar nuevamente a la verdad al informar de: “extirpación aparentemente completa”, de repetida persistencia de “pequeño resto”, y de “posibles restos de sangrado” consecuencia de la intervención”.
“El cavernoma permanecía exactamente igual en tamaño y localización a los estudios previos, con lo cual se mintió tanto en informe quirúrgico, como anatomopatológico, como en estudios de R.M. posteriores”, afirma la sentencia.
La justicia considera que “la demandante no recibió la atención médica adecuada ni esperada, en atención a su diagnóstico, con errores de valoración y de resultado contrarios a la lex artis, lo que conlleva la estimación de la demandada”.
La joven tuvo que pasar por tercera vez por el quirófano en 2015 y entonces si el tumor quedó extirpado.