La vuelta al ‘cole’ puede ser un pequeño infierno para los pequeños y también para los padres. Retomar la rutina escolar conlleva muchas molestias desde la tiranía de los horarios hasta volver a los grupos de WhatsApp o a la locura de las extraescolares. Hace falta tiempo para adaptarse tanto para alumnos como para padres.
Bienvenidos a los microinfiernos de la vuelta al ‘cole’, a los horarios y la vuelta a la rutina se suman los largos atascos para dejar a los más peques a la puerta del colegio. Pero el calvario no acaba ahí, los grupos de Whatsapp se convierten en un auténtico enemigo para los padres. Andando por la calle, conduciendo o en la oficina es imposible huir de ellos y con más de un hijo es una auténtica locura.
El segundo infierno es la semana de adaptación. Los primeros días son para muchos una 'gymkana' de horarios, los niños salen antes porque se tienen que adaptar de nuevo a la rutina y esto es un inconveniente para muchos padres y madres.
La adaptación siempre es buena, pero si no se hace no pasa nada. “porque los niños son todo un todoterreno“. Y el tercer infierno son las clases extraescolares. Es decir, dónde metemos al niño hasta que salga de trabajar. Las extraescolares alargan la jornada lectiva una o dos horas, hay que pensar si no es demasiado para no estresar al niño y buscar algo que le guste y anime.
En conclusión, vuelta al cole es un estrés asegurado para los más pequeños pero, sobre todo, para los mayores.