A gritos, agresiva, una joven le grita a otra, “esto es sencillo: o te quitas, o te quitas. Que me está corriendo el taxímetro”. Le increpa a otra de negro que está echada sobre en el capó, “illo pues te quitas. El hombre está esperando a que nos vayamos vamos, venga”.
La llega a coger del brazo, la empuja, finalmente se sube al coche y mientras su amiga, la copiloto, sigue intentando sin éxito que se quite. Y todo porque unos chicos están haciendo una fila esperando taxis, las primeras han llamado a otro y creen que se han colado. Y mientras el taxista viendo como unos borrachos abollan su coche, entran sin mascarilla, ni guardan la distancia de seguridad.
Pedro Ramírez, presidente de la asociación de Taxistas de El Puerto de Santa María, en Cádiz nos dice que “cuando cierran los locales de ocio se monta unos macrobotellones”, y además nos cuenta que “les tiran piedras, adoquines, les hacen barricadas”. Por ese motivo, son muchos los que a ciertas horas no se acercan a esa zona de El Puerto Sherry.