Quizá dejen de tirar toallitas húmedas por el váter, de una vez, al ver lo que le ha costado al Ayuntamiento de Valencia el tapón en las tuberías del colector norte de Valencia. Nada menos que más de 10 millones de euros ha costado una limpieza imprescindible porque estos productos se han convertido en una pesadilla para las alcantarillas. Las excavadoras recogen kilos y kilos de estos residuos. Dos años ha costado dejarlo otra vez reluciente.
El Ayuntamiento de Valencia ha concluido ya los trabajos de limpieza del colector norte con la extracción de unas 6.050 toneladas de residuos, lo que ha mejorado sustancialmente el funcionamiento de esta infraestructura indispensable para mantener las condiciones higiénicas necesarias en la ciudad. Esta infraestructura de alcantarillado recoge las aguas residuales de gran parte de la zona norte de la ciudad, de la zona situada al sur del viejo cauce del río Túria, y de parte de Ciutat Vella, según ha informado el Consistorio en un comunicado.
A final de febrero de 2017, se detectó que el agua residual circulaba por la sección visitable para aguas pluviales y que existía algún impedimento al paso de agua, con riesgo de vertido de agua fecal al cauce viejo del rio Turia, lo que llevó al Ayuntamiento a aprobar en junio una declaración de Emergencia para trabajos de limpieza y desobstrucción del Colector Norte y zonas de influencia.
Como logro primordial ahora ya se ha evitado el alivio de agua contaminada al cauce viejo del rio Turia, adoptando una serie de medidas correctoras, como sellado parcial de colectores, recrecido de aliviaderos, bombeo de aguas residuales o colocación de compuertas.
Pese a haber acabado estas obras de limpieza, se ha puesto en marcha un Plan de Inversiones de Saneamiento "que cubrirá las necesidades más urgentes en esta materia" y cuya financiación supera los 165 millones. El desembolso se plantea con un préstamo del 50 % a contratar con el Banco Europeo de Inversiones y una ejecución distribuida en tres periodos, "con inversiones superiores a los 50 millones por quinquenio".
"Con la implementación de este Plan se actualizarán las antiguas instalaciones del alcantarillado de la ciudad de València y se adaptarán a las actuales exigencias normativas actuales con el fin de evitar daños medioambientales en nuestro entorno hídrico y mantener las necesarias condiciones de salubridad de nuestra ciudad.
En concreto, se ha limpiado la totalidad del tramo I, en sus secciones de aguas residuales (842m) y pluviales (842m); del tramo II (200m), y parcialmente el tramo O y el tramo III (desde Centro Comercial a Cano de la Molinera) (1.108m), conductos que se integran en el denominado Colector Norte I-II-III cuya longitud total supera los 7.800 metros.