El alcalde de Igualada, Marc Castells, ha advertido de que las cifras de muertos por la pandemia del coronavirus siguen siendo altas y demuestran que no pueden relajarse y debe continuarse con el confinamiento. En ese sentido, ha informado de que los servicios funerarios contabilizan del 1 al 10 de abril 68 muertes -la mayoría por COVID-19-, lo que supone un incremento del 385% respecto al mismo periodo de 2019, cuando fallecieron 14 personas.
El alcalde ha señalado que esta comparativa, realizada "con datos reales de la funeraria", demuestra "la gravedad y la magnitud" de la pandemia en la Conca d'Òdena, por lo que ha vuelto a exigir al Govern y al Gobierno central que se hagan test rápidos de coronavirus a todos los ciudadanos de la zona "de la forma más rápida posible".
"Los datos son muy malos pero hay una tendencia a la baja en cuanto a los ingresos hospitalarios y también la mortalidad, que a pesar de ser muy alta lo es menos que en otras semanas. Debemos seguir en esta línea", ha subrayado Castells. Por su parte, laa Policía Local ha interpuesto en la última semana 77 denuncias, y han identificado a 340 personas y a 281 vehículos: "Pedimos responsabilidad, la misma que durante semanas ha demostrado toda la población".
Según Castells, los alcaldes de la Conca d'Òdena han acordado formar una alianza en los próximos días para hacer propuestas con los sectores económicos y sociales del territorio con el objetivo de "resolver los problemas que habrá en el futuro para la economía y el tejido social". "Queremos liderar la recuperación económica de nuestro país a través de esta alianza, y queremos ser ambiciosos en los planteamientos y exigentes en las reivindicaciones", ha dicho.
También ha informado de que los ayuntamientos que estuvieron afectados por el confinamiento perimetral han acordado una futura campaña para impulsar el comercio local: "El objetivo es acompañar al comercio de proximidad ante este episodio que hemos vivido".
Castells ha criticado que la tramitación de las bajas laborales que se acordaron para todos aquellos trabajadores afectados por el confinamiento perimetral a partir del 13 de marzo "no está siendo todo lo ágil que se requiere". Ha reclamado que también se reconozcan los derechos de las personas que viven fuera de la Conca d'Òdena pero que tienen su puesto de trabajo dentro, por lo que tampoco han podido acudir.
"Los ayuntamientos hemos hecho nuestro trabajo, hemos hecho los certificados que tocaban, hemos atendido a los trabajadores y trabajadores, y ahora pedimos que la administración competente haga lo que toca", ha reclamado.
En la misma línea ha hablado el representante de UGT, Mario Olmedo, que ha celebrado que se haya reconocido que los trabajadores que viven en la Conca d'Òdena tienen derecho a pedir la baja laboral por enfermedad y cobrar, pero ha lamentado que hay un "problema serio y sin explicación" al no tramitarse las bajas. "Tenemos un colapso burocrático vergonzoso que hace que los trámites estén parados", y ha considerado que se están vulnerando los derechos de los trabajadores porque aún no están cobrando.
El representante de CCOO, Jordi Cazorla, también ha reclamado esta agilización y que a las personas que viven fuera de la Conca d'Òdena y trabajan dentro se les reconozca el derecho a pedir la baja laboral por enfermedad, como lo han hecho los que se encuentran en la situación contraria: "No entendemos por qué las administraciones no se ponen a trabajar".