Norbert Feher, alias Igor el Ruso se enfrenta a partir de este lunes a un jurado popular y a un juez que le podría imponer la prisión permanente revisable. En 2017 mató a dos guardias civiles y a un ganadero en la localidad turolense de Andorra.
Feher dice que actuó en defensa propia, pero cinco días antes tiroteó a dos hombres que salvaron la vida de milagro. Por esa tentativa de homicidio ya le pesan 21 años de cárcel. También tiene una sentencia de cadena perpetua en Italia por matar a un guardia forestal y al dueño de un bar. Las familias de las víctimas sostienen que hubo negligencia por parte de las fuerzas de seguridad española al restar importancia a semejante criminal.
La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), sindicato exclusivo en el ámbito penitenciario, ha denunciado una nueva agresión de Feher a cuatro funcionarios del Centro Penitenciario de Dueñas (Palencia) con un azulejo, tras negarse a abandonar su celda para ser juzgado este lunes.
El interno, clasificado como extremadamente peligroso y con un amplio historial de incidentes regimentales, se ha negado esta mañana a abandonar voluntariamente la celda para ser conducido a los tribunales. Ante esta actitud, se personan en el departamento los jefes de Servicio para convencerlo que salga pacíficamente de la celda sin conseguirlo y con la amenaza del interno de que si entraba algún funcionario para sacarlo lo "mataría", ya que sus muertes "le salen gratis".
A las 9.15 horas personados los jefes de Servicio y un numeroso contingente de funcionarios equipados con los equipos de intervención, se procede a entrar en la celda, momento en el que se abalanza sobre ellos con un trozo de azulejo afilado y consigue agredir a cuatro de ellos. Tras un gran forcejeo, consiguen reducirlo con la "fuerza mínima imprescindible" y le trasladan al departamento de ingresos para proceder a su conducción.
Los funcionarios han tenido que ser atendidos por los servicios médicos de diferentes contusiones y han ido a urgencias para valoración de sus lesiones. "La profesionalidad de los funcionarios ha evitado una tragedia, pero cada día queda más claro que es cuestión de tiempo que esto ocurra, y que, tanto la secretaria general de Instituciones Penitenciarias como el Ministerio del Interior, no están haciendo el más mínimo esfuerzo para tratar de evitarlo", añade el sindicato.
APFP reclama al Ministerio del Interior el reconocimiento de los trabajadores penitenciarios como agentes de la autoridad, la adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas táser y un incremento de las plantillas para ajustarlas a las necesidades reales de los centros penitenciarios para minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios, así como una actualización retributiva con la equiparación salarial con los compañeros de Cataluña, concluyen.