En 1996, Jaime Saade Cormane fue declarado culpable del asesinato de Nancy Mestre, una joven de 18 años de Brasil. Pero la sentencia se hizo "en ausencia", ya que el culpable se encontraba desaparecido desde poco después de que ocurrieran los hechos.
La Nochevieja de 1993 la víctima salió con Jaime Saade para celebrar el Año Nuevo, y nunca más regresó a su domicilio. Cuando la familia empezó a preocuparse y acudió al acusado para preguntar por ella, este aseguró que la joven se encontraba en el hospital porque se había suicidado de un disparo en la cabeza.
En ningún momento la familia creyó esa versión, por lo que se inició una investigación que terminó dándoles la razón: Nancy fue asesinada por un impacto de bala en la cabeza. Además, también fue abusada sexualmente por más de una persona.
Cuando la investigación aclaró las causas de la muerte y dio como culpable a Jaime, este ya había huido, se cambió de identidad y comenzó una nueva vida, casándose y teniendo dos hijos. Se comenzó una búsqueda y ahora, 26 años después, ha podido ser identificado gracias a la denuncia de un testigo que aseguró ver a una persona muy parecida al acusado tomando algo en un restaurante. Al acudir al lugar y comprobar las huellas dactilares del vaso, descubrieron que era la persona que estaban buscando.
Jaime Saade está acusado de los delitos de homicidio y abuso sexual violento, y tendrá que cumplir su condena de 27 años de prisión.