Se llama Ibrahima Shakur y es el ciudadano senegalés que medió para intentar parar la paliza que un grupo de jóvenes propinó a Samuel Luiz la noche del sábado provocándole la muerte. Ibrahima se suma a esa larga lista de inmigrantes que no dudan en arriesgarlo todo para ayudar a aquellos que lo necesitan.
Ibrahima ha recibido los abrazos de agradecimiento de la familia de Samuel y de sus amigas. Quieren mostrarle su gratitud por ser la única persona que intentó detener la paliza mortal que acabó con su vida.
Desde hace tres años, este senegalés que ahora tiene 35 vive en España vendiendo en la calle para sobrevivir hasta que sus papeles se arreglen. Mientras espera se prepara para ser marinero y tener una profesión que le permita ganarse la vida.
Su caso no es único en España, ya hemos visto como en otras ocasiones, inmigrantes han arriesgado su vida y su permanencia en nuestro país para ayudar a personas en peligro. Nadie les pidió auxilio pero ellos creyeron que es era su obligación y actuaron en consecuencia.