El sector hostelero vuelve a estremecerse ante la previsión de los efectos de la nueva orden impuesta por el ministerio de Sanidad para establecer restricciones en Madrid.
“No sabemos qué vamos a hacer”. “Va a ser mejor cerrar”, dicen hoy los dueños de algunos establecimientos, que perciben el futuro sumidos en la incertidumbre y el pesimismo.
“No podemos hacer otra cosa que acatar las normas”, explican dueños de bares y restaurantes, lamentando las medidas y la crisis que arrastran desde que estallase la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.
Las nuevas restricciones penalizan seriamente a locales pequeños, sin apenas espacio para mesas ni terraza, porque, entre otras prohíben el consumo en barra.
Además, el adelanto del cierre a las 23:00 horas priva a todos de una de las franjas horarias que definen como una de las más productivas.
“Que a esa hora tenga que estar todo cerrado… la verdad es que es una situación difícil de sobrellevar”, denuncian.
Mientras, quienes tienen espacio para terrazas lo ven también complicado, porque no ven que vayan a tener la clientela necesaria, máxime cuando a la reducción del aforo al 50% se suma la llegada del mal tiempo.
“El palo es grande, no viene gente”, afirman.
Y mucho peor lo ven quienes ni siquiera disponen de terrazas techadas y con calefacción.
Entre la clientela, por su parte, lo que cobra fuerza mayoritariamente es el escepticismo, entre quienes afirman que “la alegría que es la hostelería deja de existir” y quienes muestran “dudas de la efectividad” de las medidas.
Sea como sea, estarán en vigor durante al menos dos semanas con el objetivo de frenar el alarmante incremento de contagios que sacude a la Comunidad de Madrid.