Abdelhak El Haimoudi, un vecino de Tudela, se ha convertido en todo un héroe. La valentía de este marroquí de 39 años ha salvado la vida de un niño de nueve años que se cayó al río Ebro y estuvo a punto de ahogarse, arrastrado por la corriente.
El pequeño de nueve años estaba jugando el pasado miércoles por la tarde con su patinete en la zona del embarcadero cuando se produjo el accidente. Cayó al río y comenzó a ser arrastrado por la fuerte corriente y trató de agarrarse a un junco para poder salvarse. Abdelhak, al presenciar la escena, no dudó ni un segundo, se quitó la ropa y se lanzó al agua.
El joven cuenta lo nervioso que estaba el menor, que intentó agarrarse a su cuello. Al final, a pesar de las dificultades, consiguieron llegar hasta la orilla juntos por la desembocadura del Queiles. Allí no acabó el acto heroico de Abdelhak, que le quitó la ropa al niño para ponerle su chaquetón e intentar protegerle del frío.
El menor fue trasladado al hospital con síntomas de hipotermia, pero ya está recuperado y a salvo gracias a la ayuda de este vecino, todo un héroe en Tudela.
Dos personas, un mujer de 45 años y un varón de 37 años, han sido rescatados ilesos cuando se enriscados en el cañón del río Tera, a unos 600 metros al norte de la conocida como Poza de las Ninfas, en Galende (Zamora), según informó el 1-1-2.
Fueron los propios montañeros los que llamaron a las 15.46 horas del pasado día 6 a la sala de operaciones del Centro de Emergencias 1-1-2 explicando que no podían continuar con la ruta ni tampoco desandar el camino debido a lo escarpado del terreno y la humedad y que no requerían de asistencia médica.
El 1-1-2 da aviso de este incidente a la Guardia Civill (COS) de Zamora y al centro coordinador de emergencias (CCE) de la Agencia de Protección Civil, desde el que se moviliza un helicóptero de salvamento, que parte hacia Sanabria con un equipo de rescate a bordo. Quedan, además, informados los Bomberos de Rionegro del Puente.
Tras localizar a ambos deportistas, y en unas condiciones meteorológicas complicadas para el vuelo por la nubosidad en el lugar, el helicóptero realiza una maniobra de estacionario bajo -es un estacionario a pocos centímetros del suelo- para facilitar la subida de ambos montañeros a bordo con la ayuda del equipo de rescate. En dos vuelos, se consigue extraer a ambos deportistas y trasladarlos hasta un lugar seguro, desde el que regresan a su domicilio.