Tres días después de que las autoridades arrestaran a Judson Hoover, de 50 años, por matar a su esposa, éste confesó y se declaró culpable de asesinato. Según informaron medios locales, un hijo del matrimonio, de 8 años, se acercó a un consejero en su escuela primaria y le confesó que había presenciado el crimen en el sótano de la vivienda familiar. Esto ocurrió en New Albany, Indiana (EEUU).
El asesino confeso denunció que su mujer, Rebecca Hoover, de 38 años, había desaparecido el 2 de agosto, un día antes de que él presentara los documentos de divorcio.
Después de la declaración del menor, los funcionarios de la escuela se pusieron en contacto con la Policía, indica el Courier-Journal. Los investigadores hablaron con el hijo de Hoover, quien describió cómo su progenitor había pisoteado la cabeza de su esposa unas 20 veces con botas de trabajo. El niño también dijo que Hoover golpeó a la víctima mientras ella yacía en el suelo.
Hoover fue arrestado este pasado lunes cuando intentaba recoger a sus hijos en la escuela.
Los informes indican que encontraron rastros de sangre cerca del fondo de los escalones del sótano. Las declaraciones juradas también detallan acusaciones anteriores de agresión doméstica y confirman que Hoover fue acusado de estrangulamiento en abril.
Los detectives se enteraron que Hoover había alquilado una unidad de almacenamiento en Louisville, Kentucky. Cuando fueron a registrarla, los agentes encontraron un bidón que contenía los restos en descomposición de Rebecca.
La autopsia confirmó que la víctima murió por fuertes traumatismos en la cabeza y en el abdomen, lo que respaldó el relato del hijo de cómo fue asesinada su madre. "Estoy profundamente triste por la familia de Rebecca Hoover", dijo a los periodistas el fiscal del condado de Floyd, Chris Lane, durante una conferencia de prensa.
Hoover permanece bajo custodia y será sentenciado el 2 de octubre.