El municipio de Várzea Paulista, en Sao Paulo, Brasil, permanece conmocionado por el macabro asesinato de Francine dos Santos, una joven de tan solo 22 años. Su propio marido, Marcelo Augusto de Sousa, de 21, ha confesado que la degolló mientras tenían sexo porque se había enterado de que estaba embarazada del que sería su tercer hijo. La pareja ya tenía en común a una niña de cuatro años y un niño de tan solo dos.
Tal y como indica el medio brasileño Globo, fue la familia de la víctima la que, tras numerosos intentos en vano por ponerse en contacto con ella, se dirigieron a su domicilio, al que lograron acceder. Dentro, encontraron a la joven sin vida y la vivienda llena de charcos de sangre.
La noche del macabro crimen, que tuvo lugar el 22 de diciembre, según creen los investigadores, Augusto se hizo pasar por su esposa y realizó distintas publicaciones a través de las redes sociales, donde quiso dar a entender que ella “no soportaba más la presión” de que sus familias estuviesen “en contra de su matrimonio”.
En aquella publicación, como informa Toofab, el asesino confeso, desde el perfil de su esposa afirmaba: “No es lo mismo si la familia no lo acepta porque queríamos que todos estuviésemos cerca”. “Fingimos no sufrir, pero lo hacemos”, escribía, antes de concluir: “Nuestro matrimonio será eterno. Las Navidades no son lo mismo sin todos nosotros juntos”.
Cuando las autoridades encontraron a Augusto, tenía heridas de arma blanca en el cuello y en las muñecas, lo que los investigadores creen que responde a un intento fallido de suicidio.
Cuestionado por las autoridades, el veinteañero cambió la versión de los hechos en múltiples ocasiones, pero finalmente ha terminado confesando: la asesinó usando una cuchilla mientras mantenían relaciones sexuales porque le dijo que estaba embarazada.
Ahora, las autoridades aguardan a los últimos informes para finalizar el caso, al tiempo en que el Ministerio Público le ha acusado formalmente de asesinato.