Hasta tres médicos del centro penitenciario comprobar que el preso Gonzalo Montoya, de 29 años, no tenía signos vitales.
Metieron el supuesto cadáver en una bolsa y fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Oviedo, donde los médicos forenses percibieron ruidos y descubrieron que estaba vivo.
Fuentes próximas a lo ocurrido, consideran que podría tratarse de un caso de catalepsia, en la que los signos vitales de la persona afectada se desaceleran haciéndose imperceptibles.
El hombre de 29 años fue encontrado insconciente en su celda del centro penitenciario de Asturias. Primero fue examinado por dos médicos del penal, con una larga trayectoria profesional, certificaron su fallecimiento y posteriormente lo hizo un tercero, médico forense de la comisión judicial.
Se ordenó el levantamiento del cadáver y se determinó que sería realizada la autopsia para establecer las causas del fallecimiento.
En el depósito del Instituto de Medicina Legal, en Oviedo, Gonzalo Montoya Jiménez recobró el conocimiento.
El hombre permanece ingresado en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) con pronóstico reservado, pendiente de las pruebas médicas que esclarezcan lo ocurrido, según fuentes de la investigación.