El pasado 30 de setiembre, Moreno se puso en manos del cirujano del centro médico Teknon Carlos Ballesta, cuando pesaba 260 kilos y su un índice de masa corporal era de 86, es decir, una obesidad extrema que no respondía a ningún tratamiento endocrino ni farmacológico.
Sesenta días después del "by-pass" de asa larga practicado por laparoscopia, Gustavo Moreno presenta una "excelente evolución postoperatoria" y ha perdido el peso previsto por el equipo médico, según ha informado la clínica.
El colombiano recibió el alta hospitalaria cinco días después de ser intervenido -el 5 de octubre-, y apenas una semana después se le pudieron retirar los puntos de sutura que se le practicaron en la operación.
Durante el primer mes después de la operación, el colombiano mantuvo una "dieta líquida", y se alimentó en exclusiva de yogures, batidos y zumos.
Pasado ese periodo, Gustavo se sometió una nueva revisión, en la que se comprobó una patente bajada de volumen abdominal y corporal, por lo que se le permitió incluir en su dieta algunos alimentos triturados.
Finalmente, el 15 de noviembre los médicos otorgaron al paciente el permiso para llevar una alimentación "totalmente libre" que mantiene desde entonces "con absoluta normalidad".
La pérdida de 43 kilos de peso que ha logrado Moreno le acerca a la barrera de los 200 kilos que podría alcanzar a mediados del mes de enero de 2011, para seguir de esta manera su progresiva merma de masa corporal hasta situarse entorno a los 100 kilos en otoño del próximo año.