Tienen 11 y 13 años y fueron testigos de cómo su propio padre acababa presuntamente con la vida de su madre, Liliana, de 43 años, en un nuevo episodio de violencia machista con final trágico. Los pequeños perdieron a su progenitora y ahora también han perdido su pueblo y todo lo que tenían en él: su casa, su colegio, sus amigos, sus vecinos… En La Puebla de Almoradiel, Toledo, lugar donde se produjo el trágico suceso, numerosas personas se echaron a las calles para reclamar, precisamente, que estos niños no sufriesen todavía más daño y no les alejasen del lugar en el que tenían su vida.
El matrimonio tenía nacionalidad rumana, pero los pequeños habían nacido en el pueblo, que este miércoles les mostraba todo su apoyo y hacía presión para que la tutela no les apartase de Almoradiel. De hecho, tras el suceso, dos familias de amigos les acogieron.
Sin embargo, la decisión judicial, finalmente, ha determinado que los pequeños dejarán de estar bajo su guarda y la tutela recaerá, “provisionalmente”, en la tía de los niños; la hermana del asesino, que vive en Tarancón, Cuenca.
Así se ha decidido en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número Uno de Quintanar de la Orden, encargado del procedimiento por esta muerte por violencia machista.
En la comparecencia, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, se ha escuchado a los menores, que han sido evaluados por el Ministerio Fiscal y por la jueza instructora.
Además, también se ha escuchado a Bienestar Social, que ha hecho un seguimiento de la tía de los niños y ha realizado un informe de idoneidad sobre la misma; así como a las dos vecinas que desde el suceso habían cuidado provisionalmente de los pequeños.
Atendiendo a los informes de idoneidad, según el cual Bienestar Social se mostraba favorable a que los niños quedasen provisionalmente bajo la tutela de la hermana del asesino, se ha dictado un auto en el que finalmente así se le atribuye.
Esta tutela, precisan, se mantendrá hasta que finalice el procedimiento penal; una decisión que ha encendido a numerosos vecinos en el pueblo y que ha provocado que la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Pilar Callado, se pronuncie:
“La tutela legal es provisional y evaluable, y por lo tanto debemos esperar y queremos confiar en la justicia", ha manifestado.
"Es un caso desgarrador que vivimos en primera persona. Me parte el corazón que los niños puedan estar sufriendo. Desde luego hay que aclarar que no es una decisión política, sino judicial, pero desde luego confiamos en los profesionales que tienen como principal objetivo velar por el bienestar de los menores y que no queden desamparados", ha expresado la responsable del Instituto de la Mujer castellanomanchego.
"Tenemos la seguridad de que los servicios de menores van a estar encima de este caso, para protegerlos y conseguir lo mejor para ellos. Y por parte del Instituto de la Mujer vamos a seguir dando a estos menores la asistencia psicológica que se les ofrece desde el primer día", ha recalcado.