Guerra abierta entre bandas latinas en las redes: sus códigos y sus símbolos
Tienen sus propios hashtags y emoticonos de colores que los usuarios identifican
Youtube, Tik Tok e Instagram, las aplicaciones con las que hacen propaganda y captan a menores
Durante la pandemia han trasladado a internet sus luchas territoriales, con provocaciones continuas
Un trébol verde representa a los Trinitarios. Los gorilas negros son los Dominican Don't Play (DDP). Una sangre de gota roja simboliza a los Bloods. Y una corona con un león a los Latin Kings. Lo saben la mayoría de los adolescentes y jóvenes en España. Lo ven diariamente en los vídeos de Tik Tok, Instagram o Youtube, con sus emoticonos correspondientes. También en los chats y conexiones en directo a los que tienen libre acceso. Hablan su propia jerga. Emplean palabras como panas (amigos), pencos (inútiles) o palomos (pichones), con origen en el Caribe pero ya integradas al argot de los centros escolares, parques o lugares donde se reúnen.
Durante la pandemia las bandas latinas han evolucionado y han dado un salto trascendental a internet. Al no poder estar en las calles, han trasladado parte de su actividad a la red. La música drill les sirve para darse a conocer y hacer propaganda, al estilo hitleriano. También para captar a nuevos miembros con los que engrosar sus filas y sus arcas. Lanzan mensajes a sus rivales cargados de amenazas, una provocación constante. Luchan por el control del territorio y ahora por hacerse virales. Sus integrantes suelen ser jóvenes y saben bien cómo funcionan las redes sociales.
Los vídeos virales son vistos por miles de personas y sus autores son reconocidos, van adquiriendo prestigio dependiendo del número de reproducciones y de seguidores en las distintas aplicaciones. Cuando un usuario consume un determinado tipo de archivos, internet le sugiere otros relacionados con la misma temática o parecidos. Estas bandas tienen sus propios hashtags y así facilitan las búsquedas y las conexiones. También las vías de contacto. De esta manera, poco a poco van extendiendo sus tentáculos. Mientras, continúan con sus actividades ilícitas: tráfico de drogas, asesinatos o lesiones a sus adversarios, tenencia ilícita de armas, abusos sexuales o prostitución de menores, entre otras.
Retan a sus adversarios con publicaciones de sus ataques, las armas que utilizan y enfrentamientos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
Hay quienes critican en los comentarios que se trata de una moda y que imitan a los gansgters. Como respuesta, llenan las pantallas con símbolos de amenazas e insultos. Intentan ganar presencia e influyen en los adolescentes, a los que atraen con su indumentaria y quieren unirse a estas pandillas sin pensar en las consecuencias.
Los vídeos
Los Latin Kings y los Ñetas fueron las primeras bandas latinas que empezaron a actuar en España. Ahora estos grupos son minoritarios. Las más numerosas y activas son los Trinitarios y los DDP - ambas de origen dominicano-, aunque se han convertido en un amalgama de nacionalidades. En sus videoclips los cantantes se rodean de mucha gente, hacen referencias a las drogas y el alcohol, el sexo y un determinado estado de vida, teniendo como escenario los lugares que frecuentan. Los más jóvenes les idealizan.
En Madrid por ejemplo, Trinitarios conocidos son los Alcalá Green -un coro asentado en Alcalá de Henares-, los Villa Green -de Villaverde- o los de Torrejón de Ardoz. Uno de sus dirigentes es Popote -como se refieren a las pajitas para beber- y el alias de un cantante alto y delgado. Le citan en sus canciones y le etiquetan en los vídeos, en los que muestran los lugares donde se reúnen y a sus miembros, con el fin de demostrar cómo otros se van sumando. Retan a sus adversarios con publicaciones de sus asaltos, de persecuciones, de las armas que utilizan o de enfrentamientos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, aunque muchas imágenes siendo censuradas por las plataformas al incluir contenido violento o inadecuado.
El pasado fin de semana tres coros de Dominican Don't Play atacaron con machetes a jóvenes de grupos rivales de Atocha, Usera y Ciudad Lineal, en zonas de ocio donde suelen coincidir. Estaban preparados. Un chico de 15 años y otro de 25 murieron tras recibir machetazos en el pecho, ante la mirada atónita de decenas de testigos, muchos también menores. Eran Trinitarios y también portaban armas. Las redes se han llenado de vídeos de condolencias para los fallecidos y de alabanzas para los fugitivos. Son el principal medio de información para los adolescentes y generan un impacto.
Cuelgan vídeos de propaganda en Youtube y Tik Tok para captar a sus víctimas y se comunican por Instagram
No solo hay chicos en estas bandas. En los distritos madrileños de Villaverde y Vallecas la Policía Nacional desmanteló a finales de noviembre una trama que prostituía a menores de edad y las utilizaba como correos de la droga, en la denominada 'Operación Sana'. 37 personas fueron detenidas, entre ellas algunas mujeres que reclutaban a las niñas o ejercían como proxenetas en narcopisos. Algunos de los arrestados quedaron en libertad y ya han vuelto a las redes. Ellos artistas como Symol Fyly o Lil Pibi, vinculados a los DDP.
Según consta en el sumario, mantuvieron relaciones sexuales consentidas con las víctimas. Hacían de gancho y miembros de la organización encargados de captarlas contactaban con ellas por Instagram. Les escribían mensajes por privado hasta que se ganaban su confianza. "Se aprovechaban de su falta de madurez y de vulnerabilidad para engañarlas", señalan los informes periciales.
Estas bandas ofrecen a sus miembros una 'familia', generan una falsa sensación de pertenencia al grupo y de protección. Como recompensa, permiten a los miembros de los escalafones más altos o a los más fieles asistir a sus fiestas o aparecer en sus videoclips, como si se trataran de las estrellas más rutilantes de la música urbana. El líder de los DDP es 'Chamaquito', Andrés Alexandre Martínez Sandoval, acusado de captar a niños de 11 años y al que hacen referencia en muchas de sus líricas.
Los Latin King han resurgido, tal y como se refleja en el informe del II Observatorio de Bandas Latinas en la Comunidad de Madrid realizado por el Centro de Ayuda Cristiano. Aunque sus dirigentes están en Barcelona. Este estudio además señala que han detectado a miembros de la sanguinaria Mara Salvatrucha, procedentes de El Salvador y de Honduras. Navegando en la web, se pueden ver vídeos de los Bloods -de origen afroamericano- que la Guardia Civil desarticuló cuando estaban a punto de cometer un crimen.
Estas bandas están presentes por todo el país. La mayoría están en Madrid, Cataluña, Aragón, País Vasco, Comunidad Valenciana y Andalucía, aunque hay miembros en otras provincias. Tienen sus grupos de Whatssapp y de Telegram por los que se organizan y coordinan sus acciones. Anuncian sus intenciones para amedrentar a sus rivales y después exhiben como trofeos los vídeos que graban.
Símbolos y gestos
A través de sus canciones los jóvenes van aprendiendo los símbolos, gestos o términos con los que estos pandilleros se comunican y que antes solo reflejaban en sus manuales, conversaciones telefónicas, graffitis o tatuajes. Cada banda tiene una estética para identificarse aunque tienen características comunes.
Nacieron de los raperos en los guettos de inmigrantes y las cárceles de Estados Unidos. Visten con ropa oscura para pasar desapercibidos, gorras o capuchas, pantalones pitillo caídos hasta la cadera con cinturones, para ocultar las armas y zapatillas deportivas. Se distinguen por los colores que utilizan en sus bandanas, rosarios de cuentas o pulseras. En las redes, con corazones y emoticonos.
Los trinitarios visten de verde y su haghstag es #d7; los DDP llevan el rojo y firman #d3
A los Trinitarios también se les conoce como los Trinis o TNT. Sus colores son blanco y el verde. La intensidad del color varía en función del rango. Su número es el 7 porque establecen siete preceptos principales. Su haghstag el #d7. Se saludan poniendo las manos cruzadas, con cuatro dedos en una y tres en la otra. Su lema es "Dios, Patria y Libertad". Otro de sus iconos son las piñas, una fruta exótica que simboliza la unión y que se corta con bolomachetes como los que empuñan cuando se disponen a bajar a sus rivales.
El Tribunal Supremo los ilegalizó en el año 2014. Por eso se autodefinen como una organización secreta y tienen un diccionario con códigos ocultos: los españoles son 6.14., la Policía 2.36, los funcionarios de prisiones 1.64 y la guerra 30.30. Las cifras suelen hacer referencia a la posición de las letras en el alfabeto. Sus mensajes son inteligibles para el resto de los ciudadanos. De este modo tratan de dificultar la labor a los investigadores de las Brigadas de Información que les siguen el rastro.
Los Dominican Don't Play visten de negro y rojo. Se saludan con la palma abierta y el dedo corazón doblado hacia dentro. Se representan con los números 1.4.3 o con el 4.4.19. Su lema es "amor de tres" y sus hashtags #d3 y #ad3.
Los Latin King visten de negro, dorado y amarillo. Su emblema es una corona con cinco puntas y la cabeza de un rey coronado. Abren la mano derecha -considerada como sagrada- con los dedos medio y anular plegados hacia la palma. También les representan la estrella de cinco puntas, un castillo de cinco torres, un diamante o las iniciales LK, ALNK, LNK ó ALCN, escritas con caracteres góticos. Estos pandilleros suelen llevar tatuajes pero solo pueden hacerse los símbolos de su banda si están autorizados.
Organización
Las bandas latinas tienen una jerarquía férrea. En la cúspide de la pirámide está el patriarca o líder supremo. Después sus lugartenientes y otros miembros de la cúpula. Debajo los responsables de los coros o bloques, pequeñas facciones asentadas en los distintos territorios. Cada una tiene sus dirigentes y actúa por separado.
En la base están los soldados, a los que se refieren como guerreros o manitos (manitoshermanitos)-. Son los que han llegado recientemente y los más jóvenes. Los últimos son los probatorios, que deben superar unas pruebas para poder ingresar en el grupo. Muestran especial interés por reclutar a niños los menores de 14 años, por ser inimputables.
No les importa matar a una persona aunque sea de su banda o provocarle graves lesiones
Se financian a través de unas cuotas que deben abonar los miembros obligatoriamente, por lo que les obligan a traficar con drogas o a cometer robos. Muchos acaban siendo detenidos. Los cabecillas son considerados ídolos y los pandilleros organizan eventos para rendirles homenaje. Mientras, continúan dando órdenes desde las cárceles y reciben parte de los beneficios. Los menores les sirven como brazo ejecutor y les consideran fácilmente reemplazables.
Estas bandas también tienen en común sus objetivos: controlar el territorio, acabar con sus enemigos y aumentar sus ingresos económicos. No les importa matar a una persona o provocarle graves lesiones, incluso si son miembros de su grupo, si se sienten traicionados. Dejan su firma. Estos pandilleros no son conscientes del riesgo que supone formar parte de estos grupos. Se juegan la vida si se encuentran con sus adversarios o si deciden abandonarles porque la realidad no cumple con sus expectativas.