Un guardia civil destinado en Galicia le ha salvado la vida al hijo de un compañero que había sufrido una crisis respiratoria severa. El niño es un bebé de dos días que ya se recupera en el hospital.
Los hechos sucedieron ayer cuando este agente de forma circunstancial se encontraba en el cuartel de Cangas, Pontevedra, y de repente entró en las oficinas una mujer, esposa de un compañero, con un bebé en brazos y pidiendo auxilio a gritos.
Uno de los agentes se dirigió a la mujer y vio que el bebé, de solo dos días estaba inconsciente, sin respiración y con un aspecto azulado por la asfixia. Se hizo cargo del recién nacido y le hizo varias maniobras de reanimación hasta que logró que volviera a respirar, según informa El Faro de Vigo.
Los elogios de la madre y del resto de compañeros no tardaron. El niño se recupera satisfactoriamente, aunque permanece ingresado en fase de observación.