La gota fría ha sacudido con fuerza a Cataluña. Auténticas trombas de agua han inundado calles y carreteras en la Ciudad Condal, donde los ciudadanos han visto como distintas estaciones de metro se han visto completamente anegadas, obligando al cierre.
“Ahora no sé cómo volver a casa”, lamentaba una afectada, frustrada por los efectos de un temporal que no da tregua y que, además de la lluvia, venía acompañada de fortísimos vientos racheados que han convertido en un calvario salir a la calle.
El tráfico, de por sí complicado en días normales en Barcelona, ha experimentado numerosas dificultades, desesperando a por completo a los conductores.
No obstante, fuera de Barcelona moverse en coche ha sido aún más complejo. En Badalona, las balsas de agua constituían el reflejo de un temporal virulento que también se ha dejado ver en el mar, que ha azotado con fuerza especialmente en Sitges. Allí, el Mediterráneo ha engullido la arena batiendo como pocas veces en esas latitudes.
Las lluvias que ayer se cebaron con el sudeste peninsular, sobre todo en Murcia y Almería, hoy se han trasladado por el nordeste, donde mañana continuarán aún las alertas.
Además de Cataluña, también Baleares ha sufrido la crudeza de la gota fría. En la localidad mallorquina de Sóller, por ejemplo, ha caído en doce horas la misma cantidad de lluvia que suele caer en todo el mes de diciembre.