Las policías de España e Italia seguían la pista desde hace 20 años a Gioacchino Gammino, uno de los fugitivos más buscados en el país transalpino, pero ha sido una imagen de Street View, una función de Google Maps que permite ver imágenes a pie de calle, lo que aceleró su detención en el municipio madrileño de Galapagar el pasado 17 de diciembre.
La Fiscalía italiana reconoce que la búsqueda de fugitivos en Street View no es una práctica habitual, pero en este caso ha sido una herramienta para confirmar lo que ya sospechaban, que Gammino estaba donde sus investigaciones apuntaban.
En la imagen de Street View tomada en 2018 puede verse a Gioacchino Gammino conversando en la puerta de la frutería El huerto de Manu, de la que era propietario. Una reconocible cicatriz en su rostro fue lo que confirmó que ese hombre vestido como chef y que charlaba tranquilamente en una calle de Galapagar era uno de los 100 fugitivos italianos más buscado por la Policía.
Gioacchino se había cambiado su nombre por el de Manuel Mormino, se había casado y emprendido nuevos negocios como un restaurante de comida italiana y la citada frutería, informa El Mundo.
La imagen de Street View aceleró una detención cantada. El pasado 17 de diciembre, agentes de la Policía Nacional detuvieron en la localidad madrileña de Galapagar a Gioacchino Gammino, un fugitivo, miembro de la organización mafiosa 'Stidda', en busca y captura desde hace veinte años.
En un comunicado, la Policía explicó que el buscado se evadió de prisión y evitó el cumplimiento de la condena a cadena perpetua impuesta por un asesinato cometido en 1989.
La nota recordaba que el arresto de Gammino se produjo tras "una larga investigación" de la UDYCO Central de la Policía Nacional desde el año 2017 en el marco de la red ENFAST --European Network of Fugitive Active Search Teams--.
Las pruebas contra Gioacchino Gammino se remontan a los años 80 en el maxiproceso llevado a cabo entonces por el juez Falcone. En dicho proceso judicial a dicho fugitivo se le atribuían delitos de tráfico de estupefacientes en directa colaboración con la "Cosa Nostra". A raíz de un asesinato, por el que fue condenado el fugitivo junto con otros miembros de "Stidda", se desató una guerra entre mafias por la dominación del territorio de Sicilia.
En 1998, fue detenido por la Policía Nacional en Barcelona para ser extraditado a Italia. En 2002, se fugó de la cárcel de Roma, comenzando desde ese momento una investigación de carácter internacional a fin de localizarle y detenerle. Su rastro se siguió en Alemania, posteriormente en Barcelona --donde residían algunos de sus familiares--, luego en Palma de Mallorca y también en Tenerife.
Finalmente, las autoridades policiales averiguaron que estaba en la localidad madrileña de Galapagar, donde estaría viviendo desde hace años regentando varios negocios. El fugitivo llevaba varios años utilizando la identidad de un individuo cercano a su círculo que reside en Italia y que previamente había denunciado la sustracción de sus documentos personales.