Aragón comienza a recuperarse tras las graves inundaciones provocadas por la crecida del río Ebro a su paso por esta comunidad. Los ganaderos están entre los colectivos más afectados por la subida del nivel de las aguas. Algunos de ellos incluso han preferido quedarse a dormir con sus animales para evitar una desgracia.
Es el caso de Juan el dueño de una hípica de Zaragoza que se ha encerrado con sus caballos durante cuatro días para que no les faltara el alimento. Las instalaciones siguen todavía rodeadas de agua pero a sus animales no les ha faltado de nada.
Gracias a su previsión, este empresario ha logrado salvar el futuro de su negocio protegiendo a salvo a sus equinos a los que ha alimentado gracias a que acumuló alimento en sus instalaciones.
Desde hace cinco días Juan vive y duerme junto a los establos para lo cual ha habilitado en un salón varias camas y estufas para poder descansar. Satisfecho, asegura que han sido días muy duros pero que han logrado lo más importante que era salvar a los animales.
Como el caso de Juan, otros ganaderos de la zona afectada han aprendido de riadas anteriores y han previsto las formas de poder atender a sus rebaños para que las inundaciones no les dejen sin comida y terminen muriendo.
Es el caso de Isidro que desde las pasadas inundaciones se compró una pequeña embarcación con remos que le ha permitido ir todos los días a su explotación para dar de comer a sus cabras.