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Hasta 7.000 efectivos participan en las labores de prevención y extinción de incendios forestales en los montes gallegos este verano; pueden leer matrículas a un kilómetro de distancia y localizar con su cámara térmica las zonas más calientes de un incendio. A estas tareas de vigilancia de los drones, se suman también la Operación Centinela Gallego de vigilancia, que desplegará hasta 75 patrullas de las Fuerzas Armadas en los momentos de riesgo alto.
La Base General Morillo de Figueirido acogió la presentación del operativo, que se prolongará inicialmente durante 47 días, con posibilidad de ampliarlo en caso de necesidad. La operación Centinela Gallego es fruto de un acuerdo de colaboración entre la Xunta y el Ministerio de Defensa que se inició en el año 2007.
Las patrullas de la Brigada Galicia VII del Ejército de Tierra (Brilat), con 460 soldados y con el apoyo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, desarrollarán su labor en un total de 33 municipios gallegos, repartidos en 7 distritos forestales.
Dentro de los tres niveles de riesgo establecidos, el esfuerzo calificado de nivel medio estará compuesto por un total de 27 patrullas formadas por militares pertenecientes a distintas unidades. A la Brilat, que despliega 22 patrullas, se suman 5 patrullas pertenecientes al Tercio Norte de Infantería de Marina, con sede en Ferrol.
La vigilancia en este nivel medio se refuerza con un sistema aéreo pilotado remoto (denominado RAVEN), que realizará labores de vigilancia y de disuasión a posibles incendiarios, ya que las cámaras del dispositivo pueden registrar tanto de día como de noche la imagen y la actividad de cualquier persona o vehículo en el monte. Los registros de estas cámaras servirán como pruebas para denunciar a los incendiarios.
Se añaden además dos helicópteros, que entrarían en acción cuando la Xunta de Galicia solicite al Ministerio de Defensa un aumento del refuerzo, en los niveles de riesgo alto o muy alto. En estos casos las patrullas se aumentarían hasta las 50 en el nivel alto y 75 en el caso de riesgo muy alto.
Así, hasta cien militares estarán implicados cada día en esta labor de vigilancia y control para la prevención de incendios forestales, a los que se suman los demás cuerpos de seguridad y brigadas.
Los militares, además de vigilar, notificarán a las fuerzas y cuerpos de seguridad sobre las actividades de personas que pudieran estar implicadas en los incendios forestales.
Se ha detenido ya a dos presuntos autores de incendios forestales en Galicia, uno en Nigrán y otro en A Teixeira, en este último caso ya ingresado en prisión sin fianza.
La Xunta afirma que con la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se está vigilando cada vez con más medios la actividad de personas en el ámbito forestal, por lo que se hace más fácil detectar y detener a los incendiarios, aún admitiendo la complejidad que supone descubrirlos en el momento que cometen el delito.