Los incendios en la Amazonía brasileña han aumentado un 7% en lo que va de agosto, según los datos del gobierno, superando al mismo período de 2019 y renovando las preocupaciones sobre la destrucción del bosque más grande del planeta, un bastión crítico contra el cambio climático.
La agencia brasileña de investigación espacial INPEregistró 5.860 incendios en el Amazonas en los primeros seis días de agosto, un aumento del 7% frente al mismo período de 2019. El conjunto de datos es pequeño y la variación diaria puede ser considerable, pero la tendencia sugiere que este mes puede estar a la par que hace un año, el peor agosto en nueve años.
Los activistas culpan al presidente Jair Bolsonaro por gestionar el bosque buscando el beneficio económico. Le acusan de animar a madereros ilegales y especuladores de tierra que acabarán destruyendo la selva más grande del planeta. Las imágenes muestran como hay diferentes focos localizados dentro de la selva, lo que aumenta la posibilidad de que hayan sido provocados. El mandatario, en tanto, sostiene que se necesitan más minería y agricultura en la región para sacar a la gente de la pobreza.
La deforestación alcanzó un máximo de 11 años en 2019 y subió un 25% más en el primer semestre de 2020.