La Guardia Civil de Tenerife con el apoyo de los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) llegados desde la Península siguen buscando pistas que permitan localizar a Tomás Antonio Gimeno y a sus dos hijas, Olivia y Anna, desaparecidos desde el miércoles de la semana pasada. El entorno familiar de las niñas cree que el padre podría haberse fugado con las menores en dirección a Sudamérica mientras que sus amigos creen que el posible destino estaría en las costas de África. Los investigadores buscan a un cómplice amigo suyo que le habría ayudado en su huida.
Las pesquisas avanzan en varios frentes al mismo tiempo. Los investigadores intentan hallar pistas en el fondo marino del lugar en el que fue localizado el barco a la deriva de Tomás y en las zonas en las que hay evidencias de que se movió la noche del miércoles. Para ello se desplaza hasta la zona un barco equipado con un sonar de barrido lateral para localizar en esta búsqueda.
Los agentes también trabajan con la hipótesis de que algún amigo de Tomás Antonio Gimen le hubiese ayudado en calidad de cómplice a sacar a Olivia y Anna de las islas. Se sabe que no quería que sus hijas compartiesen techo con la nueva pareja de su exmujer por lo que no es extraño que quisiera apartarlas.
La principal sospecha es que Tomás podría haber entregado sus dos hijas en otra playa cercana y transportadas en una zodiac hasta un velero que le estuviese esperando. Posteriormente habría vuelto a Marina Tenerife de forma precipitada a las 23:30 horas para buscar un cargador para su móvil como ha contado el vigilante de seguridad el puerto.
Los investigadores rastrean a un velero que estuvo fondeado todo el día en Candelaria que desconectó el GPS localizador y se dirigió hacia la zona de la Playa de Antequera, al norte de la Isla desde donde cambaría su rumbo para dirigirse a las costas africanas.
El Diario e Avisos de la capital tinerfeña apunta a que los expertos coinciden en que la ruta más plausible es la que conduciría a Tomás Antonio Gimeno hacia Sudamérica o el Caribe. Creen que los contactos empresariales del padre en esa zona del mundo facilitarían su desembarco allí. Apuntala esta hipótesis el que Tomás es un buen navegantes con buenos conocimientos de náutica y navegación.
El entorno familiar de Anna y Olivia también cree que Sudamérica o el Caribe son destinos posibles en el caso de que el padre de las niñas hubiese planeado una fuga.