España ha cerrado esta medianoche todas las fronteras terrestres para frenar al coronavirus. Lo anunció ayer el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que explicó que solo pueden entrar mercancías o personas con pasaporte español o residencia en nuestro país. La Guardia Civil y la Policía Nacional ya refuerzan los principales puestos fronterizos.
La indicación de los agentes a los conductores que intentan entrar en España desde esta madrugada es clara: “No se puede pasar”.
Las caras de sorpresa de muchos que no se habían enterado de las restricciones son dignas de ver. En la frontera con Francia o con Portugal han tenido que darse la media vuelta. La medida para frenar la expansión del COVID-19 afecta solo a las fronteras terrestres.
Solo podrán entrar en España los españoles y residentes, quienes acrediten fuerza de causa mayor y miembros del cuerpo diplomático.
Las restricciones no afectan a la frontera con Andorra, ni Gibraltar –hay que señalar que muchos españoles trabajan a diario en el Peñón- ni al transporte de mercancías. Así, las autoridades quieren garantizar el suministro de mercancías.
Además, de la Policía Nacional, la Guardia Civil y las Policías Autonómicas, se estudia la posibilidad de desplegar al ejército en las fronteras por tierra. De momento, el Gobierno no contempla más restricciones de movilidad aéreas y marítimas.