La presunta violación de tres hermanas estadounidenses por tres jóvenes el 1 de enero de 2020 en Murcia sigue creando polémica, la fiscalía ha vuelto a pedido al juez que investiga el caso el archivo de las actuaciones al considerar que no existen indicios de que las relaciones sexuales se llevaran a cabo con violencia o intimidación.
En un escrito señala que "teniendo presente la presunción de inocencia que ampara a todo investigado", interesa el sobreseimiento provisional de las actuaciones, lo que permitiría su reapertura en el caso de aparecer hechos nuevos.
Dice la acusación estatal que tras su anterior petición de archivo se han practicado en los últimos meses dos pruebas que no le han hecho cambiar su criterio, una el análisis de la sustancia encontrada en la chaqueta de uno de los investigados, que según la acusación particular ejercida en nombre de las denunciantes podría haber sido utilizada para incentivar los efectos del alcohol.
Sobre ella, comenta la fiscalía que según el Instituto de Medicina Legal su influencia sobre las capacidades intelectivas y volitivas del individuo no se pueden determinar al desconocerse si hubo ingesta de esa sustancia, para añadir que "en ningún momento las denunciantes realizaron manifestación alguna al respecto".
"Resulta esclarecedora", dice el ministerio público, "la declaración del investigado cuando manifestó que la utilizaba para curar unas lesiones bucales".
En cuanto a la declaración de los tres jóvenes, comenta que ninguno de ellos dijo haber percibido resistencia de las denunciantes en grado alguno a lo largo de la noche en que estuvieron juntos.
El informe recoge igualmente que las imágenes captadas a la salida del pub de Murcia donde celebraron la Nochevieja ofrecen la imagen de uno de los denunciados y una de las hermanas besándose en la boca "sin que en la actitud de ella se aprecie reticencia".
Y añade que en otras imágenes captadas en la estación de autobuses de Murcia se ve a dos de los investigados y dos de las hermanas despidiéndose con un beso o un abrazo y de forma cordial.
Los tres jóvenes, de nacionalidad afgana, fueron detenidos a raíz de la presentación de la denuncia y quedaron en libertad con medidas cautelares, entre ellas, la retirada del pasaporte, la prohibición de salir de España y las personaciones periódicas en el juzgado, situación en la que continúan.