El primer fin de semana que estaba permitido salir a la calle dentro de la desescalada planteada por el Gobierno en la crisis del coronavirus que mantiene al país en cuarentena ha dejado ver indignantes imágenes de personas irresponsables saltándose las normas, si bien la gran mayoría las ha respetado.
En Madrid se vieron el sábado fiestas nocturnas en la calle y al atardecer mucha gente en lugares como los alrededores del Palacio Real. Las patrullas de la policía municipal de Madrid acabaron de madrugada interviniendo botellones, en su mayoría de gente joven, en grupos de entre cinco y doce personas, en distintos puntos de la capital, como la Plaza del 2 de mayo en Malasaña
En el paseo marítimo de la Barceloneta se vivieron escenas inquietantes cuando centenares de personas, que se fueron multiplicando con el paso de los minutos, salieron a correr y a dar paseos. Los vecinos han pedido a la alcaldesa Ada Colau que tome medidas e incluso cierre el acceso a la zona, ante la casi segura posibilidad de que se produzca un repunte de casos. Algunos denuncian que hay gente paseando por allí que pertenece a otros barrios cuando la norma dicta que debe hacerse a un kilómetro de distancia del domicilio.
En Sevilla preocupa las agobiantes temperaturas que se dan en la horquilla horaria destinada para los menores de 14 años, entre las 12:00 del mediodía y las 19:00 de la tarde. Algunas voces ya piden que se replantee esta franja. Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, ha reconocido este domingo que ha trasladado a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, la petición para un posible cambio de hora de salida de los niños en Andalucía por las temperaturas.