Por un solo vecino la localidad coruñesa de Cerceda está abocada a acatar los horarios de salida para hacer deportes y pasear impuestos por el Gobierno. Hace dos años llegó a tener menos de 5.000 habitantes, pero en el último censo constan 5.001 habitantes, con lo que supera por uno el límite establecido para regirse por horarios.
Cuando el número de vecinos aumentó se dio por sentado que se perdía la obtención de ciertas ayudas y subvenciones, pero nadie pudo haber imaginado que también iba a ser un inconveniente en la desescalada de la crisis del coronavirus. Hace unos días, el Gobierno concretaba las franjas horarias para poder hacer deporte y pasear por la calles. Y había una excepción. Los municipios de menos de 5.000 personas no se rigen por esas horas, ya que se entiende que "no se producirán aglomeraciones", en palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Un solo habitante ha impedido a los vecinos de Cerceda poder hacer ejercicio o pasear a la hora que les venga en gana. La localidad, conocida por el complejo medioambiental de Sogama y, entre los más jóvenes, por su Aquapark, comenzó el sábado la desescalada, como el resto del país. Pero lo hizo en medio de un "cachondeo" generalizado en redes sociales ante esta insólita situación.
De hecho, en las últimas horas ha circulado por redes sociales el bulo de que se ha producido una muerte en extrañas circunstancias en la localidad de Cerceda. Se trata de un montaje, una noticia falsa que nunca ha sido publicada, aprovechando el curioso caso del censo de habitantes.
En Galicia, dos de cada tres concellos tienen menos de 5.000 habitantes. Es en estos municipios donde menos se han notado los efectos del coronavirus. La dispersión poblacional y su carácter rural ayudaron a la hora de evitar contactos directos que pudiesen expandir la enfermedad.