Sidmouth, un pueblo costero en el suroeste de Inglaterra, está viviendo un fenómeno científico. El 4 de octubre, un grupo de trabajadores de la empresa South West Water descubrió en el sistema de alcantarillado una enorme masa de la que desconocían su origen, según recoge Infobae.
Se trataba de un fatberg, una mole vasta que por lo general contiene toallas húmedas hospitalarias, aceites, condones y otros elementos que no desaparecen. El interrogante para la compañía que se encarga del drenaje en la zona era cómo esta bola de 64 metros podía haberse creado en un modesto lugar de 13.000 como es la localidad de Sidmouth, a 260 kilómetros de Londres.
La masa de grasa solidificada y material residual se produce por el cúmulo de material y los científicos tratan de analizar al máximo el hallazgo. Su contenido puede llegar a convertirse en una taxonomía de los hábitos que tienen los residentes de la zona. “Queríamos aprender lo más posible del fatberg, cómo fue creado y de qué estaba hecho”, señaló Andrew Roantree, director de aguas residuales de South West Water, en un comunicado.
“Era mi primera vez analizando un fatberg. Fue algo horrible de hacer, olía asqueroso. Nos sorprendió bastante que este fatberg de Sidmouth simplemente era una mole de grasa agregada con toallas húmedas, dentaduras postizas y otros productos del hogar que más bien deberían echarse a la basura y no al retrete”, explica John Love, profesor de biología sintética de la Universidad de Exeter y líder de la investigación.
“Esta localidad una pequeña comunidad costera que en su mayoría es habitada por personas jubiladas, así que en cierto sentido eso lo explica. Esto no es un semillero de crimen o consumo de drogas ni nada por el estilo”, añade Love.
El fatberg de Whitechapel hallado en Londres fue declarado el espécimen más grande en la historia del Reino Unido, y un trozo de esa masa de 250 metros estuvo expuesto el pasado año en el Museo de la capital inglesa.