La catalana Fani se hizo conocida hace gracias a 'Almas Veganas', el colectivo al que pertenece y que se autodefine como "antiespecista, transfemenista, libertario y ecologista", y por su defensa de separar a los gallos de las gallinas "para evitar que las violen". Ahora ha vuelto a ser tendencia al revelarse en redes sociales que ejerce como prostituta.
Muchos usuarios de estas redes han denunciado la contradicción de defender el feminismo al mismo tiempo que se dedica profesionalmente al trabajo de 'escort'. Por un lado, porque la prostitución es la profesión que más fomenta la cultura de la violación, y por otro, porque en muchas ocasiones es una forma de esclavitud de las mujeres. Por ello, algunos han criticado su doble moral al rechazar la 'violación de las gallinas' pero ser trabajadora sexual.
Fani promociona sus servicios en una web de chicas de Barcelona donde se hace llamar Úrsula y dice que tiene 25 años. Sus precios van desde los 150 euros por 45 minutos hasta los 3.000 euros por todo el fin de semana. Ante la polémica que se ha generado, la propia Fani ha grabado un vídeo para su canal de YouTube confirmando que es "trabajadora sexual": "Hay una parte de mi vida personal que ha salido en redes sociales y en webs como Forocoches, que me han dicho que es un espacio mayoritariamente de machis y fascistas".
"Están 'rulando' varios anuncios de mi trabajo personal. Yo soy trabajadora sexual y la verdad es que no me sorprende para nada que haya pasado esto", afirma en el vídeo. "Esperaba que sucediera en algún momento porque estamos sufriendo desde hace un año y pico un escarnio brutal hacia mi persona y hacia el colectivo animalista en el que milito". "Todo mi entorno lo sabe. Desde la mujer a la que le compro el heno para el santuario a la gente que ha venido a ayudar. No lo voy ventilando por ahí porque utilizo las redes sociales para hacer activismo", justifica.
"Aprovecho para visibilizar la problemática que se cierne sobre el trabajo sexual. No está reconocido, estigmatiza mucho, se criminaliza a todas las personas que trabajan así", opinó Fani. "El trabajo sexual es trabajo. En España es alegal. Muchas compañeras están trabajando para que se reconozca y podamos tener derechos como cualquier trabajo. Los derechos que existen son una mierda total, vivimos en una total precariedad".
"Ya está bien de seguir este sistema patriarcal que dice qué está bien y qué no. Qué podemos hacer y qué no con nuestros cuerpos. Para algo son nuestros", aclara. "Podemos ser feministas y trabajadoras sexuales. Vamos a ver... A mí no me representa este feminismo hegemónico abolicionista; discrimina a muchísimas compañeras, no es inclusivo", finaliza.