Vergüenza, miedo e incertidumbre: las familias de los ancianos de la residencia de Lliria están en vilo
La residencia ya tiene propuesta una multa de 174.000 euros por otras inspecciones
Los familiares ya no se fían de las explicaciones de los responsables de la residencia
La residencia envió un comunicado a las familias en las que deploraba las imágenes
La Consejería de Igualdad ya ha abierto una investigación. Familiares de los residentes de la residencia DomusVi de Lliria, en Valencia, fueron ayer a las puertas de la misma para mirar a los ojos a sus familiares. Quería comprobar cómo estaban tras las imágenes emitidas por la televisión, en este caso, Informativos Telecinco de las situación de algunos de los residentes.
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Porque es duro reconocer a tu padre tirado en el suelo indefenso sin que nadie le ayude. Es duro reconocerlo e intentar tener la calma suficiente para analizar lo que está pasando en la residencia donde lo has dejado confiando en todo. Es duro decirle a una hija que el abuelo es el que sale en televisión y acudir raudo a la residencia, en este caso la residencia DomusVi de Llíria (Valencia). Y más cuando sí, te han comentado que tu padre se cae mucho, y luego ves los moratones en los brazos y te fías. Ahora, tras las imágenes de denuncia de una exempleada de la residencia las familias no se fían, ya no saben si lo que les contaban los responsables de la guardería es cierto.
La residencia ha considerado intolerables las imágenes en un comunicado, pero ha defendido su profesionalidad y ha cargado contra el mensaje, la empleada a la que no se renovó considerando que todo es una venganza. Pero las imágenes son las que son.
Ahora las familias ven con otros ojos todo. "Estoy esperando llevarlo y que lo valore un médico, pero lo veo muy mal, muy delgado, tenía una prótesis en el ojo, no la lleva y lo tiene cerrado. Está mal, no voy a decir que lo he visto bien. Teníamos acceso restringido, podíamos venir una vez semana durante media hora. Después de la cuarentena pegó un bajón físico bastante importante, pero nos planteamos que haya sido porque no ha recibido el trato que necesitaba".
Los testimonios como el de Carlos, en el programa de Ana Rosa, también impactan. Es familiar de una señora con Alzheimer que estuvo en esa residencia y que supuestamente fue abusada por uno de los auxiliares del centro: "Es una vergüenza, la residencia dice que son casos puntuales y eso no es cierto. Nosotros pusimos una denuncia, todo sigue igual, la residencia sigue abierta. A parte de las agresiones sexuales a mi madre, había malos cuidados. No comía bien y estaba perdiendo mucho peso. Hace un año que salió de aquí, está muy bien atendida en otra residencia y ganó entre 15 y 20 kilos en los primeros meses".
La extrabajadora del centro también se ha defendido. "Denuncié por lo que yo veía, por la falta de personal y porque hacían locuras como dar desayunos a personas con alzheimer a ellos solos, con la medicación dentro. Los ancianos que tenían movilidad se comían su desayuno y el del vecino,... luego iban morados porque estaban drogados y se pegaban tortas".
DomusVI compró el centro en noviembre de 2018 y, desde entonces, la Conselleria de Igualdad ha inspeccionado las instalaciones en cuatro ocasiones en 2019. En ellas, se detectaron varios “incumplimientos graves” y algunos fueron subsanados gracias a la acción de la Conselleria, que tiene propuesta una multa de 174.000 euros.
Entre los incumplimientos detectados se incluye falta de personal médico y enfermería –ya subsanado–; mobiliario defectuoso en habitaciones –en proceso de subsanación–; falta de cuidado de algunas personas residentes e incumplimiento del contrato por no tener servicio de peluquería y podología.
En otra residencia de esta misma empresa ubicada en Alcoy (Alicante) han fallecido más de 70 internos durante la pandemia (más de la mitad de los internos) y la Conselleria de Sanidad ha advertido “posibles negligencias graves”, según informa La Razón.
El presidente de la Sociedad Española de Geriatría, José Augusto García, dejaba claro en el canal 24 horas que de confirmarse los hechos no pueden quedar impunes aunque ha señalado que no conviene generalizar y ha puesto de manifiesto que las familias tienen todo el derecho a saber los detalles del día a día de los residentes. También ha puesto de manifiesto la necesidad de más cuidadores, personal y ha señalado que la financiación pública de estos centros es un elemento más para exigir transparencia.