El pasado viernes 13 de noviembre, en torno a las 20.00 horas de la tarde, un trágico suceso tuvo lugar en Velilla de San Antonio, una localidad situada al este de la Comunidad de Madrid. Iván Vaquero Sanz, de 39 años, conocido y apreciado por toda la vecindad, fue increpado por cuatro menores de edad (entre los 14 y los 16 años) que acabaron dándole - presuntamente- una brutal paliza y quitándole la vida “a golpes” y no con un arma blanca, como se especuló al principio, según confirman fuentes del entorno.
La familia directa del fallecido ha explicado a Informativos Telecinco que la pelea se originó “a raíz de unas pintadas en la pared” y que, después de un cruce de palabras, el grupo de menores le agredió en la cabeza hasta el punto de dejarle varios huesos del cráneo y de la cara fracturados, por lo que queda claro que no fue un golpe accidental: "Él salió de la pelea consciente, pero el sábado sufrió una hemorragia cerebral y entró en coma irreversible. Los médicos nos dijeron que no había nada que hacer", cuenta su primo, José Carlos.
El cuerpo de Iván Vaquero se mantuvo con vida hasta que se oficializó la donación de órganos, pues era su voluntad y, finalmente, cuando los cirujanos comunicaron que había entrado en muerte cerebral, sus allegados decidieron desconectarle en la jornada de ayer, domingo, a las 14:00 horas.
El suceso ha sumido al pueblo en una gran conmoción y los vecinos se han concentrado pacíficamente durante todo el fin de semana, cumpliendo, además, las normas de distancia que exige el coronavirus.
Muchos de ellos denuncian a uno o dos grupos violentos de menores identificados (la banda de 'Las ratas' o los 'MDLR'), a los que se acusaba, hasta ahora, de robos de bicicletas, extorsión a comerciantes y otros delitos menores. El pueblo clama por el cese inmediato de este tipo de violencia.
El Ayuntamiento de Velilla de San Antonio ha decretado tres días de luto oficial por la muerte de Iván Vaquero y ha convocado un minuto de silencio en la Plaza de la Constitución de la localidad. La Guardia Civil todavía no ha confirmado ninguna detención ni si, como suele hacerse en este tipo de peleas, los agresores tomaron grabaciones con las que se pueda identificar a todos los implicados. La familia permanece a la espera y pide justicia para Iván.